Principios de Derecho Internacional

290 PBil'fCIPIOS declara de eu propio motivo que se debe mirar sum.iaio~como terminada ; j)•' c ~40.el gol>ierno con qu~e~.está l!-~r~~~p le despide. ll:n los casos 5º y 6° suelen contin1.la1'$e las s,~o.- nesl negociaciones au.b.~ rati. ... ·· ·· · ' · ' 8. Una carta fo.rmal de J'etiro es necesario cuandp,fll .(\}; lje1o.de la mision no se ha cumplido ó se ha malogra.do ; cuando. 1tl go– bierno á quien está acredit.ado el ministro, ofendido de su conducta pide que se le retire ; y siempre que el gobierno á quien el ministro representa, subsi.sti~nao la amistad y buena armonla, tiene por conveniente retirarle. · · · · Si fallace, las ceremonias religiosa:i externas dependen de la costumbre del pais. El secretario de lega.oion, y en su de– fecto, el ministro de una corte amiga, sella sus papeles y efoo– tos sin i ntervencion de las autoridades locales, á no ser abso– lutamente necesaria. Su viuda, famili~ y servidumbre consel'– van por algun tiempo las inmunidades diplomé.tic.as de ~ gozaban durante la vi,da del ministro. La carta de retiro debe ser expedida, como la carta creden– cial, ¡a por el s9berano ó jefe supremo, ya. por el ministro de relaOlones exteriores del Estado constituyente. Llegada la carta de retiro, en que el un princi¡ie ó jefe su– premo participa al otro que ha tenido por conveniente llamar á su .representante ó nombrar quien le suceda, el embajador ó ministro plenipotenciario solicita por el de negocios e:ttro.n– jeros, trasmitiéndole copia de esta carta, una audiencia J.>Ü· blica ó privada para poner el original en manos del prlnmpe ó jefe con quien estaba acreditado, y recibir sus órdenes. En esta audiencia, casi siempre privada, pronuncia un discurso de despedida, adaptado á las circunstancias ; y despues de ella hace las acostumbro.das visitas de despedida á los otros miem– bros de la familia reinante, y á los del gabinete y cuerpo di- plomático. · No es costumbre dar audiencia·de d~edida á los encarga– dos de negocios, que regularment.e se limitan á entregar su carta de retiro al ministro de relaciones exteriores. · A los unos y á los otrós, cuando se retiran en la foµn,a. !l,00&.– tumbrada, se dan cartas recredenciales, ya del soberano, ya del ministro de 'negocios extranjeros, segun su grado. En estas cartas se manifiesta la satisfaccion que de la conducta del agente diplomático ha recibido el gofüerno cou quien eataba - • ~ ' • ' • • ' l ,. ' ~ ~

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