El discurso público de Pinochet : un análisis semiológico
no sea colaborar con los olbjetivos que se fijan vertical– mente desde arriba. Esta incorporación se concibe generalmente de manera. pasiva (apoyar, colaborar, comprender, informarse, etc.). No tiene tampoco aparentemente un carácter compulsivo. No en cuanto se basa en un "sentido común" supuesta– mente compartido y deseado por "todos los chilenos". Entonces, a los que se amenaza, desafía, combate o vio– lenta es lógicamente a los que se han desviado del ser chileno: a los malos chilenos (los políticos) o los no– chilenos (los marxistas). Esta incorporación, concebida generalmente de manera pasiva (apoyar, comprender, informarse, querer etc.), niega la capacidad y la posibilidad del pueblo de, por ejemplo, elegir a sus representantes o participar activamente en la elaboración y ejecución de un programa político definido por él mismo. Ello porque, según el discurso, el pueblo ha perdido toda autoridad moral al haberse corrom.pido o haberse dejado corromper por los políticos y los marxistas. Esta situación se oculta a través de la definición de un sujeto colectivo inclusivo, enunciado como "todos nosotros lQs chilenos", el cual como tal protagoniza las transfor– maciones producidas a partir de J 973. Por otra parte, como d ijimos, quienes son efectiva– mente amenazados, desafiados, combatidos o violentados (los políticos, los marxistas) no pertenecen a este sujeto colectivo. Son los que se han desviado o nunca compar– tieron los valores de la chilenidad, son "malos chilenos" o "no-chilenos". Por tanto la acción represiva del Estado tiene como blanco cuerpos despojados de una verdadera o auténtica "alma•, constituyen una especie de materia pre– humana o presocial, no sujeta o integrable a derecho alguno. Con ello, y tomando en cuenta la cada vez mñs abultada lista de entidades, grupos y personas que llenan 90
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