El discurso público de Pinochet : un análisis semiológico
Esta es, por lo demás, la función que parece reservar el discurso a la mayoría de los sujetos que interpela. A éstos les cabe tan sólo ser lo que so11, hacer lo que hace,r cotidianamente. Su esfera de acción se reduce a ser y hacer "mejor• todavía, de manera más plena y total, lo que se ha definido en los hechos para ellos: acatamiento del poder en cuanto encarna y conduce al orden perfecto. Finalmente, el poder se sustrae de la política, quedan– do ésta confinada a la mera adecuación funcional de medios a fines preestablecidos por el poder. Por otra parte, siendo la política una técnica como cualquier otra, su ejercicio está reservado a quienes posean la calificación necesaria. A los sujetos socinles, ni siquiera a las fuerzas armadas como tal -salvo la cúpula-, les cabe participación política alguna. Esta queda, pues, entregada a una capa restringida y selecta de la población: la tecnoburocracia. Con ello se asegura "la despolitización de la sociedad y la desocialización de la política•. 4.2. Las trampas del discurso ¿Cuáles son algunos de los comentarios que nos sugie– re este discurso no ya en el objetivo de recrear su lógica interna, sino desde el punto de vista de las consecuencias que se desprenden de él? Brevemente señalaremos tres, entre los más evidentes. El carácter excluyente Dentro del proyecto histórico contenido en el discur– so, no se da cabida a ninguna participación del pueblo que 89
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