El discurso público de Pinochet : un análisis semiológico
minan sus cualidades de una vez para siempre. No es, por lo tanto, un sujeto de la historia, sino un objeto de ella. La mujer, al igual que las Fuerzas Armadas, es esen– cialmente espíritu y no cuerpo, pertenece a un mundo de valores, no de necesidades y es frente a estos valores que se traza su proyecto de vida. Si extraemos la lista de funciones y calificaciones que le otorga Pinochet a la mujer chilena, nos encontramos con lo siguiente. Las mujeres son: valerosas - activas - eficaces - capacitadas - dispuestas - responsables - honestas - dirigentes - defensoras de los valores espirituales - transmisoras de valores espirituales - elementos moderadores de la evolución social de la humanidad - educadoras - formadoras de conciencia - forjadoras del porvenir - depositarias de las tradiciones abnegadas - sacrificadas - savia del futuro - base de la familia. Por otra parte tienen: intuición - energía - patriotis– mo - valor -:- altivez - dignidad - firme sentido de la realidad - resistencia a aventuras quiméricas - fe - fervor - entusiasmo - madurez cívica - amor a Dios - amor a la pafria - fortaleza - caudal de intuición, de riqueza afec– tiva - vocación de servicio, de generosidad - claridad divina que Dios les alberga en su corazón - corazón espartano. Pero este ser moral tan puramente concebido por Pinochet, ¿qué papel está llamado a jugar en su gobierno? ¿Cuáles son las funciones que se le atribuyen dentro del modelo de sociedad que se está construyendo para todos los chilenos? No es el trabajo en la actividad nacional lo que define principalmente el quehacer de la mujer, su tarea primor– dial es "educar" en su hogar al "futuro de Chile": a sus hijos dentro del orden instaurado por el gobierno militar. 30
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=