El gesto pedagógico: reflexiones y orientaciones en torno al núcleo de aprendizaje Corporalidad y Movimiento de las Bases Curriculares de Educación Parvularia

Es por ello, que surge la necesidad de formar tanto a educadores, educa- doras como asistentes de aula y agentes educativos relevantes (directo- res, convivencia escolar) en este nuevo núcleo de aprendizaje, con una propuesta metodológica que abarque esta dimensión global y compleja de la corporalidad. Dado que este nuevo núcleo tiene como finalidad que los niños y niñas puedan potenciar habilidades, conocimientos y actitudes, descubriendo sus posibilidades de movimiento y atributos personales (MINEDUC, 2018), la didáctica de la danza y el juego se presenta como un campo pertinente de ser considerado, ya que -tal como se mencionó anteriormente- no se enfoca en el desarrollo técnico, sino que se basa en la exploración, sen- sibilización, creación, mediante el trabajo corporal consciente y bajo una ideología centrada en el estudiante. Pensando en ello, “sabemos que el cuerpo es instrumento para la expresión a través de los diferentes lengua- jes y disciplinas de las artes (…) pero también es mediador para la comu- nicación y el conocimiento, pues el cuerpo no solo (se)expresa, también sabe” (Abad, 2014, p.69). Pensar la implementación desde la educación artística, permite que el trabajo del movimiento y la corporalidad se inte- gre con los ámbitos de aprendizaje de las bases curriculares, basados en la exploración y el juego, donde el adulto favorezca que los niños y niñas experimenten de manera espontánea, permitiéndoles Ser más que dar respuestas. Por todo lo anteriormente expuesto, este proyecto tiene como sustento perfeccionar a las educadoras, asistentes de aula y agentes educativos (directivos, convivencia escolar) vinculados al ciclo de Transición (Prekín- der y Kínder) con la finalidad de entregar estrategias metodológicas para la apropiación e implementación del nuevo núcleo de aprendizaje, consi- derando su vinculación con el desarrollo del pensamiento matemático, el desarrollo del lenguaje verbal, los lenguajes artísticos, la exploración del entorno natural y la comprensión del entorno sociocultural. Educadores con las competencias necesarias para llevar a cabo el proceso educativo, se entrelaza con la justicia social y la equidad, porque permite que todos puedan tener las mismas posibilidades. Estudios nacionales e internacionales indican que buenos profesores favorecen un mejor pro- ceso de aprendizaje, junto a que tal como lo plantea Schön (2010), el edu- cador debe estar siempre mirando sus prácticas pedagógicas y reflexio- nando críticamente respecto a su quehacer profesional. Por lo mismo, la constante capacitación y el acompañamiento en el proceso de implemen- tación de nuevos saberes es fundamental para mejorar el quehacer peda- gógico, donde los estudiantes serán los directos beneficiados. 9

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