El gesto pedagógico: reflexiones y orientaciones en torno al núcleo de aprendizaje Corporalidad y Movimiento de las Bases Curriculares de Educación Parvularia

estudiantes están sentados frente a un cuadernillo de preguntas sin tener la posibilidad de ser conscientes de su propia corporalidad, genera, a mi modo de ver, fracaso en el sistema escolar, pues el conocimiento no solo pasa exclusivamente por lo racional sino también por lo corporal. De esta manera es necesario comprender la dimensión global, compleja y completa respecto a la visión de sujeto/niño que está inserto en un contex- to y que resignifica la realidad y la dimensión humana. Por ello que prácti- cas pedagógicas vinculadas al trabajo corporal deben considerarse desde la toma de consciencia del propio cuerpo, en experimentar y descubrir las posibilidades de movimiento que cada niño y niña poseen. Cada cuerpo es único y sus maneras de movimiento también lo son, ¿por qué en vez de establecer rutinas o patrones preestablecidos no permitimos que descu- bran su propia corporalidad a través del movimiento libre, espontáneo, en base al juego? Pero claramente con un propósito educativo. Asimismo, es momento de dejar a un lado la lógica cartesiana de separar cuerpo y men- te, como dos mundos que en ningún punto de conectan; nosotros somos cuerpo, como unidad. Habitualmente las prácticas corporales en las escuelas tienden a establecer ciertas referencias en base al esfuerzo y la eficiencia, “ adecuar el cuerpo a las expectativas de normalidad: normatizar el cuerpo. De este modo, son producidas formas consideradas correctas de mover el cuerpo basadas en los principios de eficiencia, de economía del esfuerzo, de maximización del resultado y de mejoría del rendimiento (…) el movimiento humano es reducido a un mero desplazamiento espacio-temporal del cuerpo o de un segmento corporal” (Soares, 2005, citado en Pich, Pithan da Silva & Fens- terseifer, en Galak & Gambarotta, 2015, p. 64) Esta postura respecto a comprender el cuerpo en la educación, ha sido his- tóricamente fomentada en base a prácticas deportivas, que si bien aportan en el proceso formativo de nuestros estudiantes, suponen una visión dada desde los principios biológicos del entrenamiento y su vinculación con la sa- lud. Bajo este mismo enfoque “dar forma al cuerpo, condicionarlo, tornarlo apto para, corregirlo, enderezarlo, adecuarlo a los parámetros biomédicos que expresan su verdad y lo definen constituyen promesas importantes del proyecto educacional moderno. La escisión entre cuerpo y sujeto, que impli- ca una reducción del primero a una mera materialidad desprovista de sub- jetividad, es un elemento constitutivo del proceso de educación del cuerpo moderno” (Pich, Pithan da Silva & Fensterseifer, en Galak & Gambarotta, 2015, p. 60) 51

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=