El gesto pedagógico: reflexiones y orientaciones en torno al núcleo de aprendizaje Corporalidad y Movimiento de las Bases Curriculares de Educación Parvularia

Vínculo con el juego a través de la propiocepción Miras a tus estudiantes a los ojos, ves como avanzan, se mueven. Analizas sus movimientos, sus motores de acción y ya existen intuiciones aparecien- do en tu mente mediante imágenes de similitud, de transposición o rela- ción con formas, colores, gestos, edades, personajes, etc., parecido a mirar las constelaciones para emprender el viaje en altamar y fijar direcciones de navegación, o roles ya con el rumbo trazado y decidido. Hacer clases es compartir un lugar de encuentro para la construcción de mundos entre muchas generaciones, no es el adulto diciendo “así es y así quedará siem- pre”, limitando y lapidando, muy por el contrario, es darles la posibilidad de explorar por sí mismos y opinar, para así juntos declarar.  ¿Cómo ayudamos a vivir la improvisación de este recorrido en nuestra nave a cada niño/a? Tú como profesor/a provocas con actividades o estímulos, pero no sabes que va a pasar y de eso tienes que estar tranquilo, ya que no es improvisar la planificación, sino usar la herramienta de improvisar en las actividades planificadas, dándole espacio al juego para que pueda brotar.  La improvisación es una gran herramienta pedagógica en donde se fija punto A como comienzo y punto Z como fin, concentrándose en lo más importante que es el recorrido de cada uno de los individuos que parten de su propiocepción, entonces el viaje juntos tiene múltiples vivencias, y son los hitos, las acciones, los detonantes los que nos unen -como cuando se genera un estallido social en un país-, tomar decisiones es conducir la nave, cambiar de dirección si me alejo mucho de la ruta a casa, es escu- char y permitir que cada individuo se desarrolle  en su diversidad, en una dimensión kinestésica del palpitar y recorrido grupal. Y no todos lo niños y niñas estarán en la misma ubicación en relación al reco- rrido y se van subiendo en distintos tiempos, enriqueciendo la ex- periencia.  Cuando se agudiza la mirada, es posible identificar -en uno mismo y en otros- dolores, miedos, placeres. Es importante observarlos y descubrirlos al comenzar, para crear el viaje, saber qué equipaje traemos y cómo lo llevaremos. No todos entramos al mismo tiempo ni de la misma manera al juego, pero al reco- nocernos a todos y reconocer cómo venimos sabremos que las 20

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