Caricaturas de ayer y hoy

-Es que uno se pone algo egoísta, y si se le ocurre algo divertido se lo ~uarda, para el chiste del día siguiente en el diano. • "Y se fue· proletarizando '! -Hábleme de don Inocencio. ¿Por qué ·al principio usted no lo firmaba? -El mono tenía ya un montón de años, y era muy misterioso. Nadie sabía quién lo ha– cía. Para mí era inútil la finna, ¡pero tanto fue lo que me la encomendaron,' que .al final titulé el dibujo como "Inocentadas", firmado por lnocencio. -Entonces, ¿persona¡e y autor se fundieron? -Tal vez. No pueden ser ajenos obra y autor. Pienso que con el tiempO, don Inocen– cio, que era pequeñoburgués, se fue proletari– zando. Sus observaciones corresponden a las de un hombre de izquierda, muy comprometi– do. A1,rededor de él, siempre pulula mucha gente, pero con la cual don Inocencio no puede establecer una relación muy profunda, porque no es el mundo del personaje lo que mteresa, sino el mensaje 9idáctico que de él se desiprende. Nuestro •prQI;>ÓSito es ése: esca– par del chiste blanco y sm contenido. Don Inocencio tiene una misión por delante. Y por eso está limitado. Pero no me enoierro l nocencio rdlex w na . . . totalmente en fa política diaria. Por eiel!1plo, ayer hubo algo alusivo a Spassky y F1scher. -¿Por qué Inocencia va cambiando paula– tinamente de ibañista acérrimo a allendista? -Castigado por las circunstancias, el hom– bre va viendo que lo que él pensaba ;i creía no se realizaba. Comienza a actuar ,por el otro lado, y en todas ipartes le va mal. El traje deja de ser encachado. El era un personaje .elegante, que se arremangaba los pantalones en la bastilla para que vieran que le hacían juego con 1os caJcetines. -¿Tiene amigos? ¿Hay un mundo afecti– vo cerca? -No. Desgraciadamente no lo he ,podido desarrollar, :pOr la limitación que antes señalé. Hubo un tiem,po una patrona, que era como la señora... -¿No le creó conflictos pasar de opositor de una línea a propiciador de otra, la de la UP? -¡No... , no hay confl.icto con el mono! Ocurrió que 11egó Allende, y yo también me hice la ¡pregunta: Bueno, ¿y qué hago aihora? Entonces pensé que ,la nuestra no era una revolución como la de Cuba, sino que aquí quedaba coleando y muy vivo el enemigo, y vemos que hay tanta y más pega que antes. De lo contrario, habría criticado ·taras como la burocracia, los potenciales enemigos del proceso. Allá importa la pelea con el enemigo: 71

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