Caricaturas de ayer y hoy

y no ,para alabar". Una excepción la constitu ye Enrique Cornejo, Penikc, dibujante de esa época y que hoy es director de arte de Punto ~~ ~ En sus caricaturas Coke le pegó fuerte tam– bién a Pablo Neruda, dedicándole frases como: "¿Será que el canto del verdadero poeta Neftalí Reyes Basoalto es silenciado por la densa cortina de grasa del político Neruda? Neftalí, ten valor y grítale a Pablo: ¡Impos– tor! ¡ Yo no soy tú!". Este capítulo ensombrece la vida de Coke, porque allí el dibujante dejó atrás su ingenio, al estar cargado de odiosidad contra una idea política. · Después se trasladó a El Diario Ilustrado, donde fue contratado exclusivamente para descargar sus baterías contra Arturo Alessandri. El León se vengó años más tarde requisándole una edición completa de la revista Topaze. A raíz de esta requisición, Coke publicó más de diez portadas alusivas a este "atentado a la libertad de prensa". Una de ellas: aparece un inmenso corazón con brazos v pies (don Artu– ro) diciendo al profesor Topaze (que está encadenado v amordazado hasta el cuello) : "Amigo Topaze: hay que odiarme menos y quererme más". • El pro/esor Topaz e Hubo un período en el que _Coke decidió incursionar en el mundo del eme y v1a10 a Hollywood. La experiencia la recuerda el di– bujante como uno de los grandes pasos de su vida. Pero el regreso a Chile, el_ año 1932, ~? pillaba sin un peso en los bols1llos. Resolv10 entonces asociarse con Joaquín Blaya y el escritor Jorge Sanhueza (Pichiruche) y juntos fundaron Topaze, revista de sátira ¡política y cm·o nombre correspondía a la comedia de Pagno1, representada por Rafael Frontaura en el teatro chileno. Sería una revista de caricatura y perio4is– mo en broma, con no más propaganda que la del alimento "Meyer", que la ayudó a nacer. El trío buscó imprenta y la encontró en "El Esfuerzo" e instaló sus oficinas en r..toneda 1367. ' - Tuvimos suerte -dice Coke en su libro Y o Soy Tú-. Fue tan grande el éxi~o del primer número que debimos hac~r tres bra~as. Tuvimos más tarde que cambiamos de im– prenta y llegamos a la Litografía ~blanc. Aquí los dibujos debían ser reproduc1~os por medio de la litografía (grabado en piedras) . Había que hacerlos exactamente del tamaño como debían aparecer. La piedra no podía ser 37

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