Caricaturas de ayer y hoy

<..;oke en su taller, año 1911. Amcrica I ~ltina: lopaze'. La revista vi\'iÓ twinta 1· 11UC\'l' arios. Y murió. Coke aún Yi1·c. "C11.1ndc• dt:cidi ~cr dibujank. me retire del grupo familiar. :\li acti1·iclad' era para ellos denigrante:··. dice Cokc, mirando fijamente con sus ojos mm penetrantes. aunque em·c– jecidos. Con su infaltablc corbata humita, terno oscnro, sentado en la punta del sillón sobre el cual se lc1·anta el gigantesco retrato que una 1·ez pintara a Raquel, su mujer. Está algo sordo, pero asombra por su 1·i1·acidad. "Yo creo que nac1 con el lápiz. Hubo una epoca en m1 nifiez en que rellenaba los márgenes de los diarios con puros mono~. En el colegio los profesores me impulsaban a caric.1turizarlos: don Federico Thum I don Gaspar \Ioll, que a veces me sorprendían, me retaban y en desquite yo dibujaba a "don Fedeguico" en El Peneca. Don Fedeguico era el señor l\.Iol1. Pero mi ,primer dibujo profesional se lo hice a don César Rossetti, que me pidió un cartelón que hiciera publici– dad a~ aceite "Gallo". Por ése gané 10 pesos. Un flamante billete que m_e sirvió para comprar tinta china y mucho, 1,:iucho papel." En 1911 Coke era alumno del Instituto :'.\'.aciona1. Seguía riéndose de los profesores, gue esta vez eran Pedro Aguirre Cerda y Domingo Amunátegui. Un gmpo de alumnos del curso superior a Coke decidió fundar una revista que se llamó Alma Joven, editada por Zig-Zag, y puente de entrada de Coke en la empresa. Luego dibujó en Corre-Vuela (se– manario de actualidad con abundante mate– rial gráfico). Ganaba 150 pesos por cQlabora– ción. cosa que lo convertía en el alumno más poderoso del Instituto, y además, de los que se ganaban el pan con el sudor de su frente. .'\lás tarde, en Sucesos, Coke fue contratado -para reemplazar a Carlos \\'icdner en la direc– ción artística de la revista. Y luego terminó por trasladarse con cama y petacas al sitio de trabajo. En una pieza contigua a la sala de redacción, Coke instaló su hogar. 35

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