Teatro de Juan Radrigán (11 obras)
R A F A E L - . . .o sea que tu mami jue siempre guena gente con vos. S A B I N A - . . .La sefiora que se’staba muriendo era gorda, como chancho y tenia la cara colori. Taba bafia en sudor, per0 bafii entera y parece que queria ponerse a gri- tar, per0 le salian puros ronquios de la boca. Toa la pieza taba cerra con cortinas negras y habia como diez mujeres a caa lao de la cama, llorando y rezando; querian que agarra- ra un crucifijo de bronce y la sefiora manotiaba pa toos laos y ellas le sujetaban y le hacian apretar a la fuerza el crucifi- j o . . . R A F A E L - Ah, la’stabanayuando a bien morir. S A B I N A - Si, asi decian. Toas taban transpirando y no dejaban de hablar y llorar ni un rato. La pobre %ora abria 10s ojos como platos, se revolvia, manotiaba; queria respi- rar. Per0 ellas no la dejaban ni un momento tranquila, por- que decian que ya taba agonizando como tres dias y que no tenia que sufrir mas. La ifiora abria la boca como pescao re- c i h salio del agua, per0 ellas la aplastaban contra la cama y le refregaban el crucifijopor el pecho, por la boca, por 10s ojos y lloraban y rezaban sin parar.. . Si hubierai visto como la aplastaban con el crucifijo, como se lo ponian de- lante de la cara “pidale que se la lleve, pidale que se la lle- ven”, le decian y la sujetaban y la sujetaban. . . No me voy a olviar nunca de’sa cuestion. R A F A E L - Pero eso pasa en el campo nomas, poh Sa- bina. s A B I N A - No, si noera en el campo. . . Promkteme que no vai a permitir que nadie se me acerque cuando me’stt5muriendo. (Sobresultadu) Juramelo por tu hija por la Gloria. ?Per0 yo no te habia contaoesto antes? R A F A E L - (Con ardor) iNo, nunca; me acordaria PO! Palabra, palabra. S A B I N A - Si yo te habia pedido varias veces lo mismo. (Doloridu) Esa es la atencion que le ponis a mis cosas. R A F A E L - Si no a lo mejor como siempre hablay cues- tiones tan parecidas te habis imaginao. 89
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