Teatro de Juan Radrigán (11 obras)
nestar de la familia; uno es el hombre, el que tiene que ve- P o L o - (Somhio) Claro, claro, espCrelos aqui no- mas.. . Aqui’sta bien, compadre, ta flor; ta mucho mejor que ajuera, no se haga problemas. (Mirando hacia la calle) All5 ajuera no lo van a entenderlo. . . (Abre el maletin,saca la novela) Tome, se la dejo. A N D R E S - (En un esfuerzo putktzco) Tengo otra botella ahi adentro, podriamos tomarla y conversar un poco mas. (Sefiala a su alrededor) Mire, todavia est5 claro. (Quiere entrar a1 box) P 0 L 0 - (Atajhndolo) No, no, compadre; ya oscureci6, tengo que ir a cobrar la pega. . . (Sae quCm b ? No l’entendi casi na de lo que me dijo, pero, ?sac?: pidame algo. A N D R E s - (Confundido) {Algo? ?Que le pida dgo? (Vuelve a sentarse) Quisiera ver a Diego. . . Lo obliguk a pen- sar desde Ios siete arios. En un mundo en donde s610 estaba permitido obedecer, yo lo obliguk a pensar desde 10s siete arios. . . (Le dije eso; se lo habia contado? (Disculphndose Perdone, es que a veces no recuerdo algunas cosas. Diego no tuvo la culpa, de dbnde, de quC lugar de la tierra iba a sacar amor. . . lar, cuidar, sacrificarse. ’ PO L O - (Desengafiado) No, pos, taita; eso no. A N D R E S - . . .si con Elisa eramos dos y no podiamos querernos; de d6nde si el mundo se habia despedazado una vez y la bestia, la gran bestia de las siete cabezas, volvia a querer. . . POLO-Pucha.. . A N D R E S - . . . s ah del mar a park mas muerte y m5s locura. . . No: era otra; era una segunda Bestia, mas pode- rosa. . . P 0 L o - iNo, no! A N D R E S - iSi. si: era mas poderosa! (Se para, vehemen- te, casi alucinado) Tenia dos cuernos semejantes a 10s de un cordero, pero hablaba como un dragon. (Polo se resignu a de- j ade hablar; a esperar su oportunidad) EJerci6 toda la autori- dad de la primera bestia en presencia de ella e hizo que la 397
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