Teatro de Juan Radrigán (11 obras)

M A D E - Gueno, tenia raz6n tambien PO; si s’iba a l guerra no t’iba a despertar pa que le tocarai una marcha, t abria dejao mas triste. J A Q U E - Too jue por ese viejo desgraciao, mire qu venir a preguntarle leseras a una. . . M A D E - ?Que viejo? J A Q U E - El que te he contao PO. M A D E - si sk; te pregunto pa que contis otra vez, p que te desahoguis. J A Q U E - Mi’acuerdo tan re bien. . . (Se para, mim mientras vu contando) Yo’staba lavando en el patio, cuand senti que golpiaban. “Ni tonta pa abrir”, dije yo; “porqu 10s que andaban pidiendo comia ya se han muerto casi too asi que si no es uno que viene a cobrar, es uno d’esos qu andan vendiendo cuestiones de Taiwan”. Per0 como sigui golpiando y 10s podia echar abajo la puerta, m’entrk a ch riar; asi que me sequC las manos a la rapida en el delantal, parti a agarrarlo a chuchas -Perdona, ah?-. Pucha, y cuan- do abro la puerta lo primer0 que vi jue un par de ojos qu me dejaron hela, igual que cuando a una le pedian el carn en la calle. Eran como 10s ojos del invierno, como 10s ojo de 10s cuchillos; per0 cuando 10s segui mirando, se fuero volviendo dolorios, asi como cuando una’sta gritando p callao; pucha, era igual que si voh habierai abierto la mir de un corder0 y te hubierai metio p’adentro. . . La cara er dorh, per0 como hecha en piedra, y la ropa que andaba tra yendo era vieja, polvorienta, desconocia. . . Me vino un go pe de tristeza, reguelto con ganas de abrazarlo, de ser gue na con 61. . . Per0 tambikn me vino, de no sk donde, u mieo como de condena. Me quedo mirando un giien rato y despues me dijo: “2Es feliz ustk?”. . . Eso nomas me dij y despuCs se jue. Yo cerrk la puerta, mire p’atras, pa 10 dias que habia vivio desde qu’era chica; despuCs mire el ca jon que usabamos de velaor, la cama llena de tiras, la mes toa parcha. . . y me puse a llorar, que mas ia a hacer PO. “Cuando lleg6 el Ariel, que andaba buscando pega, le cont la cuesti6n. Y mientras le contaba, vi que la tristeza se le ib 324