Teatro de Juan Radrigán (11 obras)
H U I N C A - A nadie, pal corazbn no habis tenio nunca a nadie; asi decis a caa rato. E v A - Claro, a nadie. (Se para) No conoci ni a mi mama siquiera. H u I N C A - {Y la vieja que deciai que cantaba tan boni- to? E v A - Era una vecina. Yo me criC con una tia medio loca que hacia jabones. . . Me’ech6 cuando tenia como ca- torce afios; o sea yo mejui. H u I N C A - {Pa onde? E v A - Pa onde 10s vamos toos 10s que no tenimos na: pa ninguna parte, pa la calle. Me hacia levantar a la sei de la mafiana a prender el horno pa empezar a lesiar con el sebo y la soa cadstica. Y en invierno el sebo amanecia duro como fierro, asi que habia que desarmar 10s barriles pa sa- carlo. Y encima ella se curaba y me retaba por too. H u I N c A - Ya no se puee hacer na; queate calli me- jor. E v A - Viviamos solas en una tremenda casa. . . Nunca me decia por mi nombre, me decia puro “Coja”, hasta cuando hablaba con la gente me decia asi “La coja le va Hear 10sjabones”; “La coja va pasar a buscar eso”; “La coja no ha terminao de cortar toavia”. . . H u I N c A - Eso ya pas6, ya lo sufriste. E v A - . . . En las tardes se lavaba bien y se llenaba la cara con polvo de arroz, se pintaba 10s labios y se ponia a pasiar por el sitio, como si‘stuviera esperando a alguien, y hablaba sola; a mi me daba mieo, porque parecia un fantas- ma. . . De repente se quedaba par& como si‘stuviera escu- chando algo; y despuCs empezaba a retar a la sefiora del lao: “iCillate, chllate, vieja desgraci9, que 110 me dejai oir si el viene!”, le gritaba. Y entonces se ponia a llorar y a tomar vino, tomaba hasta que quedaba both en el suelo, llorando a sollozos, pero yo no me le podia acercar, porque me tira- ba con las botellas o con lo que tuviera a mano. . . H u I N c A - {Pa quCme contai too eso? E v A - iPa que sepai PO, pa que sepai!. . . Y despuCs 217
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=