Teatro de Juan Radrigán (11 obras)

no viene nunca nadie, te voy a decir como es: es malo, que doliendo pa siempre como una maldicion. . . L c‘ <: 1 A - No digai na,Justa, pa que te vai acordar. J U S T A - . . .Pa entonces yo tenia dicisiete afios y an daamos buscando la veta cerca del lao e la raya. El apareci de repente, dijo que andPa detras di’una cuea aonde habi meneas di’oro; mi padre le dio lao cerca deljuego y le con vidamos cafC. Sabia mas cosas que don Javier, per0 cosa mas bonitas. . . Tenia una mira como el color del agu cuando’sta clarita y una no sae si es verde o azul, y la car no era na quema como la de nosotros: era dora. Decia qu venia d’una parte aonde siempre habia sol, aonde no llovi nunca; a lo mejor por eso era asi. Dijo que como nosotro conociamos bien por ahi, le ayuaramos a buscar y que des puCs 10s ayuaba a nosotros. Empezamos a salir 10s tre, y y me ponia a1 lao d’C1 pa oirlo hablar y pa que me mirara Cuando Ilegaa la noche, haciamos un juego grande y ha blaamos y hablaamos; los contha como era la parte de aon de 61 venia, de la gente, de las cosas, y a mi me gustia mi rarle 10s ojos cuando se 10s alumbraba el juego. Taba con tenta, taba muy contenta de vivir. . . Y una noche se vino p mi lao, m’empezo hablar, me tom6 la mano; y o mi’asust porque mi padre poia dispertar, la dije que se juera, per no m’hizo caso. Me beso, era la primera vez en la via que al guien me besaa y me dio gusto y verguenza; a1 rat0 empez a respirar como si’stuviera cansao, como si hubiera corri mucho, y me decia que lo dejara mirarme por debajo de l ropa, qu’eso nu’era malo. Pero yo sabia qu’era malo, y l dije que si seguia ia a dispertar a mi padre pa acusarlo. M puse a tiritar, tenia un mieo parecio a1 que tienen 10s ani males cuando saen que va temblar. “No tengai mieo, si n te va pasar na”, me dijo. Y vino y me tap0 la boca con un mano y con la otra me apart6 la ropa, despuCs se pus0 enci ma con too el peso; las piedras se me metieron en la espald igual que cuchillos, y parecia que m’iba a ahogar; empecC manotiar y a raguiiarlo con toas misjuerzas. Pero a Cl no l dolia na, no sentia na. La cara se le habia puesto fea, to 156