Teatro de Juan Radrigán (11 obras)

cuestiones raras en la sangre. Y mas a la Luciana, que siem- pre ha querio tener compade. L U C I A - Es el primo el que le mete lesuras en la cabe- za. J U S T A - No, el primo viepe muy a lo lejos: es la via. (Va hacza LT uentana, In abre, mira hacia afuera) El tiempo es igual qu’el viento, empuja y empuja, y no l’importa pa onde va uno. ZComo se le ocurre hacer esperar a la Luciana, si por estos laos no ha pasao nunca nadie? L u C; i A - Mi’acuerdo que cuando a1 Segundo le dio por quearse mirando a lo lejos, el hombre qu’era mario e mi madre, le dijo: “Queateaqui noma, ayuandome a buscar la veta, no sacai na con tener giienas piernas: por aqui no hay caminos p’andar”. Per0 61 sej ue nomas, era joven; y el tiempo de lajuventu que le dicen, a veces es como un caba- 110 nueo que no entiende razones. J U S T A - Era verdP lo que le decia, no puo encontrar ningdn camino y se murid de frio alla arriba; de hambre y de frio. L U (; 1 A - T u conociai 10s derroteros, ipor que no lo acompadaste,Justa? J U S T A - Si 10s hombres no querian ayuarle, tenia que ayuarle yo, no poia moverme di’aqui. (Cierra la ventana de un tirbn) Per0 se mi’olvidaron; con la eda se mi’olvidaron toos 10s caminos. L U <; 1 A - Yo no t’estoy diciendo na. Yo nunca quise irme. J U S T A - Erai igual que toos, queriai irte, per0 cuando se murio el viejo, ya se te habia pasao la via. L u c i A - A las tre se 10s pas6 la via. J U S T A - Pero y o no’stoy amarga, voh y la Luciana si. L U (; I A - Es que voh conociste otras cosas, tuviste una ’ hija, y habis io pa Inca di’Oro. Per0 y o no quiero hablar d’eso ahora; ahora que no’sta la Luciana quiero hablarte di’otra cosa. (Mira hacia afuera) L’otra vez oi que 10s Bordo- f nes habian vendio toos 10s animales. t J U S T A - (Preocupada) i Y que tiene eso? 133

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