Asi trabajo yo - tomo IV

npos1c10n y por eso le agradecemos a Indap, y también )e agrade– cernos más a este gobierno que sigue valorando nuestros. trabajos como lo ha hcr:ho. Recién no más las chiquillas, la Maruca v la hija ele la Lola, fueron a La Serena. ¡Puchas las playas lindas que cuentan que \·icron! La feria era en Peñuelas v se iban a un lugar La Herradura. De veras que las exposiciones nos ayudan a, cono– cernos con nuestras compañeras, v a vender más nuestros trabajos. "\Jos traen clientes p'acá, pa'l mismo Quinchamalí. También se han llevado piezas nuestras pa'l ~1useo, ese de Historia, dicen. "Debe ser que están cuidando a las que quedamos en esto del lacear; va la chiquillería joven no se le dedica tanto a esto. Antes éramos todo un pueblo, madres, abuelas, tías, sobrinas. Ahora que, como negocio, esto está mejor que cualquier trabajo apatro– nado, ahora las tontas se van a emplear a la ciudad... Las únicas ,·eccs que Quinchamalí está lleno de su gente es pa la fiesta de las cerezas, en diciembre, cjJando se escoge reina. ¿ Y qué me dice pa la noche de San Juan?... Ah1 salimos todas a corretear con huasca ,· todo a los cerezos. ¿\' ais a dar fruta u no? . . . Al lado del· árbol se pone una persona que hace como que le pegan con la huasca r contesta: "Sí doy, sí doy..." ¡Puchas, qué lindo es Quinchama– lí cuando está ele fiesta! "Aqu1, las que vamos quedando somos como hermanas, las de este lado del tren, v también parece las que trabajan pa'l sur, todavía haciéndole empeño a la loza grande. 73

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