Asi trabajo yo - tomo IV

él iba a trabajar a un fundo donde tuve que hacerle hasta la comida a los chanchos. l\,1is locitas quedaron botadas. Después nos fui– mos a Nahueltoro, \. allá me botó él. Entonces me rnlví con mis chiquillos; duramos nueve años casados con Heriberto v siempre nos respetamos y nunca nos tratamos de vos. Hasta que le bajaron los monos de irse con otra. Ahí, en una gran pelea hasta me pegó y me sacó el diente. Desde esa \'ez le hice la cruz a los hombres. "La Maruca no. .. , ella es joven y bonita, ha tenido la opor– tunidad de salir a las exposiciones en Santiago, Concepción, La Serena, y no le fal tan los piropos, pero ella dice que no se piensa casar. De aquí de Q uinchamalí prefiere no mirar a nadie. Maruca : -Porque los que llegan aquí son los que han ido a trabajar a la ciudad y llegan coléricos, con una chasca que les calienta el cere– bro, y despreciando a las "barreras". En estos momentos en Quin– chamalí hay dos tipos de muchachas: las que nos quedamos lacean– do junto a nuestras mamás, y las que se fueron a trabajar en fábricas, o en casas particulares al pueblo. Esas llegan desprecián– donos, todas tiesas, y andan sin un cobre. Nosotras aquí tenemos un grupo, y en el verano nos vamos a bañar al río, a la Balsa, y en la tardecita nos juntamos en el paradero del tren. Ahí, en el resta– rán tomamos una bebida, conversamos, o nos damos una vuelta en el mismo tren. También vemos la televisión, las noticias, las películas y los programas folklóricos de los Quilapa•·ún, de esos cantores. Pero a mí me entretiene locear y conversar con toda la 70

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=