Asi trabajo yo - tomo IV

Los obreros ganan su sueldo semanal. Su buena tucá semanal o quincenal. La empresa le dice: "Mira, hombre, has sacado mucha plata, pues, hombre, y cómo lo vamos a hacer con la libreta del seguro aquí, vamos a tener que pagar una milloná por todo esto que tú has sacado, ¿por qué no lo hacemos por el mínimo, como si tú hubieras estado trabajando al día?" El obrero, como por último le interesa ver su libreta arreglada no más, le dice: "Buei;io, pues, patrón, hagámoslo así", y le impone por el mínimo y a través del seguro el Estado deja de percibir una apreciable cantidad de di– nero de la previsión del obrero. "Todo esto permite a la empresa dar vuelta en menor tiempo su capital, o sea, en menor tiempo sacar sus utilidades, permite engañar al obrero, permite explotarlo y pirmite burlar imposicio– nes, leyes previsionales. "Bueno, para esto está precisaP1ente la organización, porque ahora estamos organizados ya, porque antes, como les decía, se trabajaba a la pura suerte no más; en ese tiempo había que cap– tarse la simpatía de los jefes y esforzarse por trabajar mucho. Si ustedes trabajan bastante, no paraban en todo el día, eran buenos operarios, entonces lograban quedar. Ahora no, ahora estamos or– ganizados. La organización de la construcción vino más o menos del ¿60 no fue? ... , más o menos en el 62, en el 62 más o menos la gente ya se vino organizando por empresas. Fueron surgiendü espontáneamente; entonces no estaba la CUT, no existía esa gran organización que existe hoy día. -Pero si la CUT existe desde mucho antes, como desde el 39

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