Kinesiología y discapacidad, perspectiva para una práctica basada en derechos
80 El transporte generalmente se reconoce como un constructo multidimensional con características asociadas con la ubicación, el acceso a la movilidad y las limitaciones de acceso personal relacionadas con las aspectos físicos, sociales y psicológicos de los individuos (Delbosc y Currie, 2011). Por lo tanto, el abordaje de la temática debe realizarse desde estas múltiples dimensiones. Sin embargo, la discusión tanto política como académica, deja la sensación de que en la política de un trans- porte sostenible, lo social se ha transformado en lo menos importante – una especie de “pariente pobre” – frente a la dimensión económica y la ambiental (Preston, 2009), por lo tanto, para garantizar el desarrollo, la sostenibilidad social y la movilidad de las personas con discapacidad, se debe consi- derar seriamente la infraestructura adecuada, la accesibilidad de las instalaciones y también los aspectos sociales y culturales que puedan influir en ellos al implementar cualquier plan de desarrollo en las ciudades. Debido a que el transporte público es fundamental para lograr la movilidad y accesibilidad como derechos fundamentales, este debe ser seguro y amigable para todas las personas puesto que, eventualmente, atraerá a más sujetos a usar los servicios con mayor seguridad y no verse excluidos de estos (Zainol et al., 2018). Implicancias para la kinesiología y rehabilitación. La profesión de kinesiólogo y kinesióloga se ha caracterizado por ser dinámica y variada, además de formar parte importante del proceso de recuperación de la funcionalidad de personas desde un enfoque clínico y comunitario. Este rol le ha permi- tido tener mayor comprensión de la importancia del contexto tanto en la prevención de lesiones como en la recuperación de la funcionalidad, siendo esta última uno de los principales ejes en los programas en que participa profesionalmente. Los cambios en la escena mundial y local han influido en el desarrollo de la kinesiología y, a su vez, han influenciado en las tendencias del avance médico y de la rehabilitación a nivel global (Higgs, 2001). Desde esa perspectiva, la kinesiología se argumenta comúnmente desde la biomecánica, adaptándose como profesión a los avances de la atención clínica. Esta visión reducida desde el enfoque biomédico se ha ido complementando a partir de ramas como la filosofía y disciplinas como la sociología y antropología. La posibilidad de ampliar la mirada más allá de lo corporal ofrece a los kinesiólogos y a las kinesiólogas enormes posibilidades de crecimiento profesional (Nicholls & Gibson, 2010). En este sentido, los y las profesionales se vinculan estrechamente con la discapacidad, convirtiéndose en un recurso importante en la recuperación de la funcionalidad y acompañamiento de procesos vitales que se transforman en una oportunidad para trabajar la autonomía, concepto que va más allá de recuperar la funcionalidad de un cuerpo, sino que se refiere principal- mente a la autonomía personal, lograda a través del máximo nivel de inclusión de las personas con discapacidad para que puedan desenvolverse libremente y lograr toda forma de par- ticipación en la comunidad. Asimismo, a nivel comunitario es posible asumir la tarea de concientizar a la población sobre la relevancia de la accesibilidad universal como medio esencial que permita la movilidad, con el consecuente desarrollo de las potencialidades de todas las personas. Desde el enfoque antes mencionado, la kinesiología asume el compromiso de participar activamente en el cambio de paradig- ma en salud, transitando desde un paternalismo aprendido que cosifica a las personas con discapacidad hacia una concepción que las empodera y las trata como sujetos de derecho; por lo tanto, el fin de la rehabilitación debiese ser la inclusión social de las personas considerando cambios en los contextos, situando al transporte como uno de los principales medios que permite la movilidad urbana, el ejercicio de la autonomía y la participación de la vida en sociedad. Resulta necesario considerar que los cambios de paradigma en cualquier disciplina conllevan muchas incógnitas y la kinesiología históricamente ha podido adaptarse a los tiempos cambiantes; sin embargo, consideramos que esto aún ha sido insuficiente, puesto que integrar completamente este enfoque en el abordaje de las personas con discapacidad requiere el desarrollo de ciertas competencias. En este sentido, la educación superior es una de las pocas esferas públicas en las que se puede incorporar conocimientos, valores y habilidades para ayudar al cambio de permanente de conductas de manera significativa y transformadora. Por lo tanto, involucrar estos enfoques en la enseñanza podría ayudar a resolver las inequi- dades en nuestra sociedad, transformándose no solo en un esfuerzo noble, sino que necesario, en el que se debe trabajar desde distintas áreas disciplinares vinculadas al gran eje de la inclusión social (Culp, 2016). Figura 1: Espacio para anclaje de silla de ruedas en bus de transporte público de pasajeros Fuente: Elaboración propia. (Descripción de imagen: Fotografía del interior de un bus de transporte público de pasajeros, se observa espacio y medios de sujeción para silla de ruedas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=