Kinesiología y discapacidad, perspectiva para una práctica basada en derechos
41 Por su parte, el fin último de la RBC es el logro de la inclusión social de las PeSD, comenzando por lo más básico y elemental que es el núcleo de la familia para proyectarse así a todas las áreas de la vida. Para lograr esta inclusión, es necesario instalar un paradigma que avance más allá del respeto y logre llegar a la “valoración” de la diversidad, rescatando el aporte que esta entrega a todas las personas, además de considerar a las PeSD como sujetos de derechos y de deberes que potencian su autonomía, independencia y participación en igualdad de condiciones con los demás. Para lograr esto, el trabajo debe estar necesariamente articulado y las PeSD deben ser protagonistas de estos avances. En la práctica no siempre es fácil lograrlo, ya que coexisten diversos paradigmas en los profesionales de salud y en la población en general; dentro de ellos, para muchas personas la visión de beneficencia y caridad hacia la discapacidad está fuertemente arraigada, generando muchas veces acciones sobreprotectoras desde las familias y asistencialistas y paternales desde los profesionales de salud, lo que implica un desmedro del desarrollo de la potencial autonomía de las PeSD. En la instalación del Programa de rehabilitación integral en APS se proponen cuatro componentes para el desarrollo de la estrategia de RBC (MINSAL, 2019): • Salas de rehabilitación basadas en la comunidad, (también conocidas como centros comunitarios de rehabilitación o CCR). • Salas de rehabilitación integral. • Equipo rural. • Artrosis (Avance Garantías Explícitas en Salud (GES)). Los CCR deben tener un fuerte componente de trabajo comu- nitario e intersectorial para incrementar la participación de la comunidad. Estos centros realizan atención directa a PeSD con nivel de dependencia leve, mientras que entregan apoyo a las familias de personas con nivel de dependencia moderados y severos. Además realizan una serie de acciones que buscan promover la participación e inclusión social de las PeSD; el equipo está conformado por un kinesiólogo o kinesióloga y un o una terapeuta ocupacional, quienes realizan diversas actividades como atenciones individuales y grupales, diagnós- ticos participativos en las comunidades, visitas domiciliarias integrales, consejerías, actividades para cuidadores, talleres educativos, recreativos o de actividad física, entre otros, dentro y fuera del establecimiento (MINSAL, 2019). Dentro de la población objetiva, y considerando que los recursos estatales son escasos frente a la amplia gama de necesidades en salud, se ha dado prioridad a personas que cursen con ciertas patologías que por su impacto o frecuencia pudiesen poten- cialmente afectar más el funcionamiento si no se intervienen adecuadamente. Dentro de ellas se encuentran un grupo de patologías que afectan al sistema músculo esquelético como la artrosis de rodilla y/o cadera leve y moderada, lumbago y lumbociática crónicas, afecciones que generan hombro doloroso crónico y tendinopatías de rodilla. Por otra parte, se consideran aún más prioritarias a aquellas personas que presentan secuelas de cualquier afección de origen neurológico con un nivel de dependencia leve; la más prevalente es la secuela de accidente cerebrovascular, pero también ingresan personas con enferme- dad de Parkinson, con secuelas de traumatismo raquimedular, secuelas de traumatismo encéfalo craneano, entre otras. Las salas de rehabilitación integral son el segundo componen- te y ellas generalmente cuentan solo con un profesional que corresponde a un kinesiólogo o una kinesióloga; el enfoque se centra en estrategias de manejo de dolor en personas con síndromes osteomusculares y neurológicos con una perspectiva integral, que impacte en la optimización del funcionamiento de los sujetos (función, actividades y participación). A lo largo del tiempo, estas salas deben ir avanzando hacia las acciones realizadas en el componente uno, para finalmente consolidarse y convertirse en CCR (MINSAL, 2019). El tercero de los componentes corresponde a los equipos rurales de rehabilitación, que están compuestos por un kinesiólogo o kinesióloga, terapeutas ocupacionales y un chofer, quienes deben implementar la RBC en zonas rurales; de esta manera, realizan el 90% de sus actividades en terreno y consisten en acciones de prevención, rehabilitación, capacitación de PeSD, sus familias y comunidades en general, traspasando conocimientos acerca de técnicas básicas de tratamiento y autocuidado y promoviendo, a su vez, el trabajo intersectorial para aportar a la resolución de las diversas problemáticas de las PeSD (MINSAL, 2019). Finalmente, el último componente se realiza generalmente en los establecimientos que aún no cuentan con los otros. Con- siste en entregar atención kinesiológica, como complemento de la canasta GES, para personas con artrosis de rodilla y /o cadera leve y moderada, mayores de 55 años. Este componente debe ir proyectándose hacia el segundo y primer componente (MINSAL, 2019). Como se puede observar, cada uno de los componentes busca dar respuesta a las diversas realidades que se pueden encontrar en nuestro país. En la práctica los desafíos son complejos, ya que aún muchos profesionales no logran dejar por completo el modelo biomédico y asistencialista, impactando directamente en el funcionamiento adecuado de la estrategia de RBC que exige un cambio de paradigma para realizar óptimamente las acciones y cumplir los objetivos. Es importante destacar que para cualquiera de los cuatro componentes, las acciones que se realizan siempre tendrán al usuario en el centro, priorizan- do sus objetivos y avanzando hacia la autonomía. Para lograr este objetivo se trabaja en conjunto la elaboración del plan de tratamiento y sus finalidades, considerando las motivaciones y habilidades de las personas e incorporándolas, no sólo a atenciones individuales, sino que promoviendo la participa- ción en talleres según sus preferencias, ya que esto aportará potentemente a la inclusión social. Además el trabajo en red y articulado siempre será un pilar fundamental, ya que muchas de las barreras a las que se ven enfrentadas las PeSD, reque- rirán de una intervención multisectorial para derribarlas, de esta manera, la articulación se extenderá hacia el intersector: servicios sociales, educación, trabajo, organizaciones no gu- bernamentales, agrupaciones de y para PeSD y todo el amplio
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