Salud popular desde la mirada de líderes comunitarios: visiones y experiencias

13 del equipo, a trabajar en la definición (e incluso redefini- ción) de los objetivos, pero manteniendo el propósito del proyecto. Esta reunión fue el hito cero, el encuentro del modelo académico con el espacio de la dirigencia social. Avanzada la presentación e invitación las críticas no se hicieron esperar: Que llegamos con una propuesta “lista” Que nos faltaba una real aproximación desde la investigación acción participativa Que no habíamos considerado las necesidades o intereses del grupo. Todas grandes verdades. El desafío para conciliar fondos concursables con los tiempos del trabajo comunitario es complejo. El vínculo entre la academia y la comunidad no es intuitivo, tampoco simple. No se nace sabiendo, no se nace dirigente, todo se moldea con el tiempo. Sin embargo, la crítica se tornó reflexión y de las reflexio- nes surgieron propuestas, desde las voces de algunos y algunas presentes se destacó el valor del lazo intergene- racional y de articular nuevos espacios para avanzar: “Yo me alegré de ver gente joven (...) en todos los grupos debe haber gente de todas las edades (...) eso es lo más interesante, porque de ahí se saca cosas...” “Uno puede avanzar en la vida, y no tiene nada que ver, ni la edad… porque uno puede tener conoci- miento, pero como seres humanos, hay cosas que más nos unen que desunen” Nos establecieron la relevancia del compromiso con la participación y con un cambio social profundo, si quería- mos contar con su participación: “Yo pensaba que van a venir, y después no van a venir más (..) yo les dije que siempre y cuando, ustedes sigan viniendo”; “Debemos cambiar el lenguaje de lo neoliberal a la perspectiva de justicia social, como la igualdad, jus- ticia o dignidad”; “Debemos apostar a cambios estructu- rales y resolver los problemas en perspectiva, mirar desde más arriba, para pensar las cosas en perspectivas”

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