Cuadernos Beauchef: ciencia, tecnología y cultura: vol. III Chile sobre la marcha
76 Cuadernos de Beauchef De modo que la lectura de una conferencia en medio de un enorme galpón abandonado, revestida de la dramaturgia y la escenografía necesarias, confieren una profundidad metafórica al acto de puesta en discurso de la voz del filósofo. Ni el arte es político (ni la filosofía, en este caso) por los mensajes o sentimientos sobre el mundo que logra transmitir, sino más bien por el tipo de mediación que hace de estas prácticas un modo renovado de instituir un tiempo y un espacio compartidos. Para Jacques Rancière, el malestar en la estética (expresión que da título a un libro suyo, publicado en 2004) tendría mucho de denuncia, cuando no de abierta acusación, en contra de la distancia provocada por la idea de un “juicio estético” como lugar por excelencia de negación de lo social. Lo natural del arte sería propender a la apertura de un nuevo “recorte” del espacio material y simbólico; por eso, más allá del ejercicio del poder, la política es, para Rancière 4 , “la configuración de un espacio específico, el recorte de una esfera particular de experiencia, de objetos planteados como comunes y como dependientes de una decisión común, de sujetos reconocidos como capaces de designar estos objetos y de argumentar sobre ellos” (2011, p. 33). Nicolas Borriaud (2006) (de paso por Santiago en enero de 2020) de seguro hablaría de un ejercicio relacional , en el que los espectadores, ávidos de escuchar al filósofo, pero también de registrar y registrarse en ese ejercicio de interacción, tendrían la posibilidad de asistir, en un régimen de co-presencia, al espectáculo de la teoría devenida en obra. Lo curioso de la situación no radica, a mi juicio, en el interés de Sergio Rojas por entrar en relación con públicos diversos —no necesariamente académicos—, cuando más su natural disposición a oficiar de traductor-intérprete de aquello que, con cierta evidencia, asumimos como “contingencia”. De ahí, entonces, la repetición de apariciones en el Coloquio de Perros y otras escenas parecidas, donde 4 Convendría leer estas ideas en relación con El reparto de lo sensible (2009), una serie de respuestas a preguntas formuladas por filósofos jóvenes, a propósito de La Mésentente. Politique et philosophie . Paris, Galilée, 1995 (Nueva Visión, 1996). En general, este libro da a entender el interés de Rancière por estudiar los actos estéticos como configuraciones de la experiencia, de los modos del sentir que convocan formas nuevas de la subjetividad política.
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