Cuadernos Beauchef: ciencia, tecnología y cultura: vol. III Chile sobre la marcha
31 El estallido chileno del 18 de octubre de 2019 día penetra más en la cultura debido al fuerte desarrollo de los medios de comunicación, la inteligencia artificial, la robotización, la nanotecnología, etc., lo cual es parte de un nuevo gran ciclo cultural de la humanidad: la “era digital”. Si bien Chile está desfasado al respecto, esta “nueva era” está cambiado la forma de pensar, de relacionarnos entre los seres humanos y con el medio ambiente; está cambiando nuestra forma de convivir y comunicarnos; de trabajar y hacer política; de ejercer el poder y la democracia. Se trata de una profunda revolución que, definitivamente, deja atrás la “era industrial”. Esta nueva forma de ser y vivir permite explicar, por ejemplo, las dificultades y contradicciones que tuvo el gobierno para asumir el fenómeno del estallido, incluyendo a “las fuerzas de orden” que, en su momento, tuvieron serios problemas para controlar la situación. Las noches de toque de queda no fueron efectivas, mucha juventud salió de todos modos a las calles, simplemente porque no tenía miedo e, incluso, se atrevía a desafiar a los militares. Así, el formato de control usado por la autoridad —acorde con las antiguas usanzas— estaba obsoleto. En un principio se pensó que el estallido se debía a grupos organizados, guiados por el carisma de ciertos líderes, con reuniones previas para definir las estrategias a seguir. No obstante, tales procedimientos tradicionales fueron descartados, pues no coincidían con las evidencias observadas. La situación parecía caótica e incontrolable, con grupos y ataques que surgían por doquier, en forma impredecible. Su conducta recordaba la “dinámica de partículas” o la “entropía” de la termodinámica. También el “efecto hormiga” que, operando sistémicamente, con pocas reglas y un objetivo común, logra cumplir sus propósitos. Dentro de esta dinámica, no importaba que las personas se conocieran ni que algunas sufrieran daño o, incluso, que terminaran muertas; solo valía alcanzar las metas. En este sentido, es muy probable que el uso de las redes digitales haya sido clave, en tanto conseguía, en muy poco tiempo, la masa crítica de voluntarios dispuestos a consumar cadamisión. Bastaba tener motivaciones comunes, con reglas y objetivos claros, para que el procedimiento funcionara. Todo parecía operar según una lógica algorítmica, omnipresente, aunque subliminal. Ello explica
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