Cuadernos Beauchef: ciencia, tecnología y cultura: vol. III Chile sobre la marcha

133 ¿Por qué socialismo? por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo, en efecto, no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil —y, de hecho, en la mayoría de los casos, absolutamente imposible— para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos. La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada, en lo principal, del siguiente modo: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de “contrato de trabajo libre” para ciertas categorías de trabajadores. Pero, tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo “puro”. La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un “ejército de desempleados”. El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Dado que desempleados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo, en lugar de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, junto con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital, que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo y a ese amputar la conciencia social de los individuos que mencioné.

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