Patología traumática tobillo y pie - Medicina general

HENRIQUEZ H. – DIAZ C. 11 Tratamiento Frente a la sospecha de fractura de tobillo se debe inmovilizar la extremidad del paciente y dar analgesia endovenosa. En caso de contar con estudio radiográfico solicitar las proyecciones respectivas y derivar al especialista según hallazgos. En caso de no contar con esta herramienta realizar una derivación oportuna. Pacientes con deformidad clínica evidente, luxofracturas, fracturas expuestas y compromiso importante de las partes blandas deben derivarse de manera inmediata. Recordar que en caso de fractura expuesta, una de las medidas demostradas para evitar infección posterior, es la indicación de administración precoz de antibióticos endovenosos. Recomendamos en este sentido, conocer el esquema del centro de derivación o de su hospital en el caso que cuente con servicio de Traumatología. Pacientes sin deformidad clínica evidentes, fracturas no desplazadas o reducidas pueden ser derivadas de manera diferida (dentro de las siguientes 24 hrs). Es muy importante descartar la exposición ósea, así como lesiones en otros segmentos del paciente. El tratamiento de la fractura de tobillo puede ser ortopédico o quirúrgico. La decisión se toma respecto al compromiso de los complejos estabilizadores mencionados. En general cuando existe daño de 2 o más complejos estabilizadores se considera una fractura inestable que requiere cirugía. Otros criterios de cirugía son: desplazamiento mayor a 2 mm (alteración de la biomecánica normal, evolución a artrosis) o pérdida de la reducción con yeso lo que implica que la fractura es inestable. El manejo ortopédico consiste en una reducción cerrada con yeso bota corta en 3 puntos de apoyo o bien bota de marcha plástica en fracturas estables no desplazadas. El control lo hace el especialista en Ortopedia y Traumatología, sin embargo, el médico general debe reconocer situaciones de urgencia durante este tratamiento como el síndrome compartimental.

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