Metodologías aplicadas para la conservación de la biodiversidad en Chile
Capítulo 11. Planificación Sistemática para la Conservación y los Servicios Ecosistémicos - 431 430 - Metodologías para la Conservación de la Biodiversidad en Chile. 4. CASO DE ESTUDIO: NAHUELBUTA 4.1 Nahuelbuta y el proceso participativo de planificación territorial Área de Estudio El área de estudio se delimitó mediante los principales ríos y la costa del océano Pacífico. Por el norte el límite es la desembocadura del río Biobío, avanzando hacia el sureste por su rivera y luego por el río Vergara para finalmente utilizar el río Rehue hacia Angol en su brazo que llega hasta las cercanías de Los Sauces. Por el sur se utilizó el río Imperial, avanzando por sus afluentes el río Cholchol con dirección hacia Lumaco y hasta la divisoria entre con la cuenca del Biobío en las cercanías de Los Sauces. La superficie del territorio es de 1.189.000 ha, de las cuales 541.800 ha (46,6%) corresponde a plantaciones forestales y 359.472 a bosques naturales o nativo (30,2%). Las restantes 287.728 ha (23,2%) corresponden a agricultura, pastizales, centros urbanos y otros usos (CONAF- CONAMA-BIRF 1999). Dentro de esta área se encuentran diversos tipos geológicos o materiales parentales: sedimentos marinos (16,6%), graníticos (27,6%) y metamórficos (38,9%) y otros materiales (SERNAGEOMIN 2003). Gran parte de la superficie posee una morfología del terreno ondulada con presencia de humedales, lagos y otros cuerpos de agua de interés. Las precipitaciones anuales fluctúan entre 1.000 y 2.000 mm, con una temperatura media anual entre los 8 y 14°C. Además, existe la presencia de especies vegetales y fauna de gran interés de conservación. La degradación de los ecosistemas boscosos de la Cordillera de Nahuelbuta es de larga data (Aguayo et al. 2009, Miranda et al. 2015) y los factores que impulsaron el cambio de uso de suelos comienzan con la expansión de la agricultura y culminan con el establecimiento de plantaciones forestales en suelos degradados y sustituyendo bosque nativo (Miranda et al. 2015). Los incentivos tributarios asociados con el Decreto Ley 701 de 1978 aceleraron el aumento de las plantaciones con el objetivo de consolidar y ampliar la materia prima para la industria forestal y principalmente para celulosa (Frêne et al. 2010). Estudios señalan que las tasas de sustitución en la cordillera de la Costa en la Araucanía norte, incluso se habrían acelerado, fluctuando entre 1.7% (1973-1987) y 2,2% (1987- 1999), alcanzando 4,9% (1999-2008), afectando principalmente a pequeños parches remanentes de bosque, en propiedad de medianos y pequeños propietarios. El acelerado cambio de uso en Nahuelbuta ha modificado el paisaje escénico, la biodiversidad y varios servicios ecosistémicos asociados tales como la provisión de agua (Little et al. 2009). La degradación de los ecosistemas ha motivado la constitución del Comité Iniciativa por la Recuperación de Nahuelbuta (CIN) que ha sostenido que es necesario contar con propuestas de priorización territorial para coordinar acciones que permitan conservar la biodiversidad y mejorar la dotación de servicios ecosistémicos del territorio. esas personas y grupos influyen y son influidos por factores institucionales, políticos y económicos así como por los valores y necesidades de las partes interesadas (Cowling y Pressey 2003, Knight et al. 2009). Los resultados de técnicas relativamente sofisticadas como las presentadas en este capítulo puede que nunca sean implementadas, mientras que técnicas simples pueden llegar a ser altamente atractivas y efectivas, aunque poco eficientes. Para mejorar la implementación, el mapa de sitios para conservación debe ser desarrollado en paralelo con una estrategia de implementación, para lo cual existen numerosas técnicas asociadasamarketingsocial, facilitación y resolución de conflictos, mapas mentales y otras (Bercovitch y Jackson 2009, Biggs et al. 2011). Adicionalmente, el proceso de priorización de sitios debe entregar productos a la medida de los distintos usuarios, un mapa no es el único ni el mejor producto para todos los usuarios. Por ello se debe identificar otros productos complementarios, útiles y amistosos para los potenciales usuarios ( e.g. material interpretativo de entrenamiento y capacitación, interfases para priorización, seguimiento de implementación y estimación de impactos específicos para partes interesadas, difusión en medios de comunicación), el diseño de estos productos puede tomar más tiempo que el de la priorización misma (Knight et al. 2009). Son los usuarios de los espacios del territorio a priorizar los que deben protagonizar las propuestas, la lógica científica debe buscar permanentemente generar una conexión con la lógica local. Finalmente, la implementación pasa por contar con grupos humanos y productos que velen por la implementación (Knight et al. 2006). Primero, es necesario que las agencias gubernamentales y otras relacionadas con conservación y manejo territorial se familiaricen con las técnicas de planificación sistemática y tengan personal capacitado en su uso. Así se evita que la agenda de implementación esté guiada principalmente por las oportunidades que surgen solo a partir de las voluntades de los propietarios del territorio. Segundo, es necesario que existan encargados de ir sistematizando y actualizando la información, reconociendo que las aproximaciones sistemáticas son dinámicas por naturaleza. Y tercero, espacios regulares para la interacción entre los encargados de implementar y la academia relacionada con el desarrollo de técnicas de priorización espacial de los territorios ( e.g. consejo técnico con encargados de implementación en empresas forestales, sector público, organizaciones territoriales y ONGs, y académicos expertos en técnicas de conservación y manejo de servicios ecosistémicos a nivel territorial). El funcionamiento de este conjunto de grupos humanos y productos dependerá de expertos en conservación, ávidos de aprender de los encargados de implementación y manejo en el territorio y no solo a ser fuente de respuestas a las inquietudes de los implementadores. Por otro lado, dependerá de que exista siempre una priorización actualizada y funcionando y por último, que el aprendizaje se sintetice, se identifiquen mejores prácticas y se publique la experiencia, no solo los logros científicos (Knight et al. 2009).
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