Metodologías aplicadas para la conservación de la biodiversidad en Chile

Capítulo 9. Planes de Manejo de Caminos en Áreas Silvestres Protegidas - 331 330 - Metodologías para la Conservación de la Biodiversidad en Chile. La integración del paisaje al desarrollo vial fue hecha tempranamente en países desarrollados, los cuales cuentan con criterios paisajísticos explícitos y rigurosos para la construcción de caminos, incluyendo por ejemplo el desarrollo de plantaciones en carreteras durante su construcción o ampliación (Bello-Morales Merino 1986, Forman et al. 2003). En Chile no existe información sobre las condiciones que debiera cumplir un camino para respetar los objetivos de conservación de un área protegida y la consideración ambiental está incorporada inicialmente en el Manual de Carreteras de 1997, donde la Dirección de Vialidad (Ministerio de Obras Públicas) asume la responsabilidad ambiental dictada en 1994 cuando se publica la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente (Etcheberry et al. 2003). En una versión posterior de dicho manual, se incluyó explícitamente la definición de medidas de reparación y/o restauración, las cuales tienen por finalidad reponer los componentes o elementos ambientales sobre los cuales se generaron impactos negativos significativos derivados de la construcción vial. Se espera que estas intervenciones permitan dejar el sitio en un nivel de calidad similar al que presentaba antes de la construcción del proyecto. Se indicaaquí, por ejemplo, que unavezfinalizadoel proyecto, en la etapa de abandono de instalación, se debieran efectuar acciones de restauración de suelos, reposición de vegetación, relleno de pozos, retirodemateriales ydesechos, además de restaurar aquellas superficies correspondientes a campamentos, caminos de servicios, empréstitos y botaderos, entre otras (Etcheberry et al. 2003). El plan cuenta con el apoyo de los Sistemas de Información Geográfica para poder visualizar los distintos componentes y elementos de la ruta y además permiten la zonificación. La zonificación como resultado de la planificación y ordenamiento territorial pretende minimizar las relaciones negativas y estimular aquellas positivas, entre calidad ambiental y calidad de vida (Provoste 2005). 3. PROPUESTA METODOLÓGICA 3.1 Antecedentes El plan utiliza una combinación y adaptacióndemetodologíasqueanalizó el proyecto Santiago Andino (Proyecto Sistemas de Producción Sustentable para Ecosistemas de Montaña. 2008- 2011. Universidad de Chile. Código 07CN13IYM-16, Innova CORFO) sobre Ordenamiento Territorial (OT) de Gastó et al (2002) y elementos de Planificación Participativa para el OT. Además, se apoya en la metodología de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) para la Planificación del Manejo de Áreas Protegidas (Núñez 2008) y en elementos del Manual de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas (MOP 2010). Entre las consultas a investigaciones internacionales se encuentranmanuales y guías ambientales para el manejo de los caminos. En primer lugar, está el Manual de Caminos y Medio Ambiente de Tsunokawa y Christopher (1997) del Banco Mundial. Este manual se refiere específicamente al tema alzado sea más amplia, con lo que en las etapas de construcción y operación de un camino se alteran, en menor o mayor medida, las condiciones ambientales prevalecientes en el corredor en que la ruta se emplaza (MOP 2010). De la ecología de caminos se sabe que el desarrollo caminero puede traer consigo efectos negativos, como disminución de la calidad de las aguas, del aire, pérdida de hábitat para la vida silvestre, degradación del paisaje y de la vegetación circundante (Forman et al. 2003; National Research Council 2005). Sin embargo, es posible manejar estos cambios para así minimizar o evitar consecuencias adversas, explícitamente considerando parámetros ambientales desde el inicio del desarrollo de un proyecto vial (Gómez-Orea et al. 2007), o en su defecto incorporando medidas de restauración de las rutas a aplicar una vez terminadas las faenas iniciales de construcción. La mayoría de las acciones que se llevan a cabo dentro de zonas de conservación de la biodiversidad resultan en un significativo impacto ambiental (Ohreman y Thesen 2003). Estas acciones son producidas preferentemente por obras de conectividad, ya sea senderos o caminos, en las cuales los impactos se diferencian en tres tipos: 1) impactos directos que se refieren a los efectos inmediatos que ocurren en el sitio de construccióny losalrededoresde laruta, originados por el proceso constructivo, la ejecución de obras complementarias y las actividades relacionadas; 2) impactos indirectos, que se ligan de cerca al proyecto y que aunque son más difíciles de medir, pueden tener consecuencias más profundas en el ambiente que los impactos directos; 3) los impactos acumulativos, estos son los efectos multiplicativos o sinérgicos, que pueden entonces dar lugar a daño en la función de uno o varios ecosistemas o tener efectos sobre el potencial turístico de un área dada, especialmente en áreas protegidas de singular belleza natural, extraordinario interés ecológico o prístina vida silvestre (Boo 1991). Las zonas frágiles deben tener un tratamiento similar a las zonas con protección oficial para los fines de construir y mantener caminos o rutas escénicas que le den conectividad. La identificación de estos impactos potenciales empieza conunadescripción precisa de las acciones propuestas y las condiciones ambientales existentes en la ruta. El tipo de camino, su ubicación y/o trazado, las técnicas usadas en su construcción, la cantidad de usos que recibirá y los componentes circundantes del sitio, son todas causas interrelacionadas de impactos. Por esto la necesidad de contar con una gama de criteriosydiseños,queenglobentantolas variables ambientales como económico, sociales y culturales, es de imperativa importancia en la planificación de este tipo de áreas. Es importante destacar que de acuerdo con estudios realizados enpaíses desarrollados, la incorporación de la variable ambiental en la toma de decisiones, ha significadono sólomitigar y neutralizar los impactos negativos que producen los caminos, sino que en determinados casos ha contribuido a mejorar el medio donde se emplazan, a conservar y aprovechar racionalmente los recursos naturales renovables en beneficio de la población local y a desarrollar el potencial recreativo y turístico del área (MOP 2010).

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