Manejo postcosecha de tomates y pimientos fresco y de IV gama
Manejo postcosecha de tomates y pimientos frescos y de IV Gama 85 En germinados de soya se comparó el efecto de un lavado por inmersión en hipoclorito de sodio con 100 mg L -1 , dióxido de cloro (5 y 10 mg L -1 ) y clorito de sodio acidificado (250 y 500 mg L -1 ). Los germinados se almacenaron inicialmen- te bajo atmósferas ricas en O2 (90%). Al cabo del almacenamiento a 5 °C por 11 días, el clorito sódico en 500 mg L -1 presentó la mayor reducción microbiana ini- cial (entre 0,8 y 1,1 log UFC·g -1 ). Sensorialmente, el panel evaluador no encontró diferencias entre los diferentes tratamientos (Maureira, 2013). En germinados de alfalfa lavados con clorito sódico acidificado en 250 y 500 mg L -1 y envasados en atmósfera modificada se presentaron las mayores reduccio- nes alcanzando recuentos entre 4,6 y 5,7 log UFC g -1 para aerobios mesófilos, enterobacterias y psicrófilos (Maureira, 2012). 4.4.4 Ácido peracético El ácido peracético (AP) se ha estudiado en los últimos años como un sanitizante alternativo al cloro, ya que los subproductos que deja son ácido acético, agua y oxígeno en concentraciones que son inocuas para el consumidor (Artés, 2007) y actúa en un rango de pH entre 3 y 7,5 (Vandekinderen et al ., 2009). Su acción an- timicrobiana radica en la producción de especies reactivas de oxígeno que dañan el ADN y los lípidos de la membrana celular de los microorganismos (Small et al ., 2007). También provoca la desnaturalización de las proteínas y aumento de la permeabilidad de la membrana celular, al oxidar los enlaces disulfuro (Hil- gren et al ., 2007). Villena et al . (2010) estudiaron la reducción de bacterias mesófilas inmediata- mente después de un lavado de berros con diferentes soluciones sanitizantes y encontró que el ácido peracético en dosis de 90 mg L -1 redujo en 0,8 log compa- rado con dióxido de cloro (10 mg L -1 ) que disminuyó en 1,8 log, clorito sódico acidificado (500 mg L -1 ) en 1,5 log y NaOCl (100 mg L -1 ) en 1,3 log. 4.4.5 Luz UV-C La luz ultravioleta de onda corta (UV-C) está comprendida entre una longitud de onda de 200 a 280 nm y corresponde a una forma de radiación no ionizante con poca capacidad de penetración por lo que su efecto es a nivel superficial (Hinojosa et al ., 2015). Esta luz tiene un efecto germicida debido a su capacidad para penetrar las membranas celulares microbianas y romper las cadenas de ADN, afectando así la capacidad de reproducción de los patógenos, incluyendo bacterias, hongos y virus (Silveira et a l., 2015). El mecanismo sanitizante de la UV-C se basa en un fenómeno físico por el cual las ondas de la radiación inciden sobre el material genético (ADN) de los mi- croorganismos y los virus, y los destruye en corto tiempo. Específicamente, pro- duce un fallo en la reparación de los dímeros de pirimidina a nivel del ADN.
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