Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?

todos de bajo costo para abatirlo y entregar un agua de mejor calidad. Para lograr estos objetivos que permiten a la población de bajos ingresos acceder a una mejor agua, es necesario invertir en ciencia y tecnología, lo que muchas veces no se realiza porque no hay una obligación legal y/o porque las pequeñas comunidades y sus problemas están, muchas veces, invisibilizados. Especial atención debería ser puesta en los lugares donde se da una ac- tividad industrial intensa que va a sumarse al factor natural. Que la acti- vidad industrial contamina es un hecho bien conocido en el mundo, y en muchos países se está haciendo un esfuerzo para fijar los valores de los potenciales contaminantes en los suelos y en el agua y evaluar el riesgo de exposición de la población. En Chile, en tanto, el medioambiente en las denominadas zonas de sa- crificio está deteriorado desde la atmósfera hasta los suelos y el agua. Estos elementos representan parte de un ciclo conectado en el medio del cual vivimos. En estas zonas no hay limitaciones para el cultivo y cuando las personas tienen un huerto, cuyo suelo recibe la contamina- ción atmosférica y es regado con aguas no necesariamente de buena calidad, deriva en temas de salud pública, la salud de las personas. Pensando en los procesos asociados al ciclo del agua, en Chile hay que reflexionar sobre las cuencas y las actividades antrópicas, donde el agua que va renovándose en ciclos va adquiriendo los potenciales contami- nantes del ambiente a medida que éstos son emitidos. A lo largo de estos ciclos se traslada y se extiende el problema, por lo tanto, las per- sonas que viven en zonas de sacrificio tienen una vulnerabilidad mayor porque la actividad antrópica es más intensa. Es necesario conocer el estado de la situación para poder establecer si un futuro es viable en términos de salud pública. La gente tiene dere- cho a vivir ahí, pero es necesario pensar en que tengan una vida sana, o puedan desarrollar una vida sin muchas enfermedades derivadas de las condiciones medioambientales. Se requiere un estudio en detalle, monitorear de manera constante y difundir los resultados para que la población tenga información certera y la posibilidad de decidir, en base a evidencias científicas, por qué la habitabilidad de un territorio es compleja. Es difícil decirle a la gente LINDA DANIELE EL AGUA EN RIESGO Y COMO RIESGO .65. Académica del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y miembro Directiva de CITRID.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=