Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?

no quienes van decidiendo cómo se va planificando y construyendo la ciudad. Es por ello que no me extraña, viendo estas tremendas contra- dicciones, que Chile se haya restado de firmar el Acuerdo de Escazú, el mismo que fue liderado por nuestro país en los años que se estuvo trabajando, y que habla justamente de avanzar en democracia ambien- tal, de poder dotar a los servicios de mayores potestades, de avanzar en vinculación, en que nosotros tengamos voz y voto. La situación actual de Quintero y Puchuncaví deja en evidencia que es- tamos viviendo en un modelo económico que ha permitido sobreponer sobre derechos fundamentales, sobre derechos sociales y sobre los De- rechos Humanos, el interés de unos pocos, que en este caso es el desa- rrollo de las empresas. La normativa que existe hoy día es tremendamente flexible. No existe normativa de suelo, de agua y de calidad aire. Al respecto, lo que ha salido diciendo el presidente Sebastián Piñera y la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, es que vamos a auditar mediciones según normativas extranjeras, generalmente europeas, en este caso la norma finlandesa, pero ¿por qué no podemos empezar a trabajar con normati- va chilena? Hoy día hemos visto esto que pasa justamente por voluntad política, porque sabemos que hay conflictos de intereses de toda índole. Es por ello que es difícil entender por qué nunca se pararon las faenas con los primeros casos de intoxicación, pero sí se restringió el acceso a la educación. Se prohibió que los niños, niñas y jóvenes fueran a clases, entonces, una vez más vemos como un derecho fundamental, un dere- cho humano, el de poder acceder a la educación, queda en una segunda posición bajo los intereses de las empresas, porque afectaba más la pér- dida económica que tenía para nuestro modelo que tener los niños fuera de clases. Acá también es oportuna una pregunta: ¿acaso los chiquillos están respirando más sano porque están en la casa y no en el colegio? En la Región de Valparaíso, la Superintendencia de Medio Ambiente está compuesta sólo por tres personas. Los distintos peaks generalmen- te ocurren en la madrugada, cuando nadie va a fiscalizar y es por eso que muchas veces es a las ocho de la mañana, cuando justamente em- piezan las clases, que vienen los síntomas. Otra cosa es que los peaks generalmente son de minutos, no de horas, por lo tanto, cuando llegan a fiscalizar y toman las mediciones, además de no tener los instrumentos TANIA VALENZUELA .60. POSITION PAPER N°1 / SERIE DESASTRES SOCIONATURALES Consejera Regional de Valparaíso.

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