Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?

la idea de que existen territorios vacíos o “socialmente vaciables”, cu- yos bienes naturales pueden ser puestos bajo el control de las grandes empresas, especialmente cuando estos carecen de artefactos u obje- tos valiosos desde el punto de vista social o económico, con los cuales aparecen como “sacrificables” dentro de la lógica del capital, tratándose de decisiones políticas que enfrentan a sectores caracterizados por su asimetría en el acceso al poder. Al respecto, la socióloga e investigadora argentina Maristella Svampa plantea una reflexión en su texto “La dispu- ta por el desarrollo…” que nos parece fundamental: “En los instrumentos de ordenación del territorio (en Argen- tina) se identifican claramente estos ‘territorio sacrificables’ o ‘áreas de sacrificio’, regiones y lugares marcados históri- camente por la pobreza y la vulnerabilidad social, con una densidad poblacional baja, que cuentan con grandes exten- siones de territorios ‘improductivos’ y/o ‘vacíos’, que facilita la instalación de un discurso productivista y excluyente, al tiempo que constituye el punto de partida de la conformación de otros ‘lenguajes de valoración’ en torno al territorio, por parte de las comunidades afectadas. La definición de lo que es el territorio, más que nunca, se convierte así en el locus del conflicto”. En las discusiones sobre este territorio de sacrificio parece haber estado completamente ausente la justicia ambiental. Porque, efectivamente, ¿quién decide la suerte de nuestras comunidades en términos de la ca- lidad ambiental de los lugares en que viven? En Estados Unidos, hace mucho tiempo la Agencia de Protección Ambiental (EPA) consideró que era necesario construir herramientas de evaluación de cumplimiento de logros en términos de justicia ambiental, porque hay evidencia de patro- nes de exposición desproporcionada a la contaminación del aire y a los riesgos de salud asociados entre comunidades minoritarias y de bajos ingresos. La justicia ambiental ha señalado que los científicos y las agencias re- gulatorias deben tener en cuenta los impactos acumulativos en la toma HUGO ROMERO ARAVENA .50. POSITION PAPER N°1 / SERIE DESASTRES SOCIONATURALES Académico del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.

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