Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?

He vivido de cerca el drama de Quintero-Puchuncaví. En los ‘90 como director del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (SESMA), peleamos para prohibir el petcoke : un residuo del petróleo muy barato que reemplaza al carbón, pero que tiene una alta concentración de azu- fre. En Chile se usa petcoke y por eso los niños en Lota tienen níquel en la orina, y este no tiene umbral, cualquier dosis es potencialmente cance- rígena. Cuando vemos la historia de estos casos nos damos cuenta que las consecuencias eran totalmente predecibles. Las zonas de sacrificio son expresión del fracaso de las políticas ambien- tales del país, porque con una institucionalidad de verdad no debieran existir Lota, Coronel o Huasco. Pero Chile tiene un modelo y una insti- tucionalidad ambiental mentirosa, huérfana de valores y de principios para abordar técnicamente los territorios. En los años ‘90 presentamos muchas indicaciones y las perdimos todas, porque se quería una insti- tucionalidad ambiental con exigencias de bajo estándar, porque se con- sideró el desarrollo como prioridad: una visión ideológica equivocada. El problema es que no sólo se permitió, sino que además se estimuló. Nosotros intentamos que Chile, como la mayoría de los países, tuviera una norma de arsénico en el aire. Aún no la tenemos porque ham existi- do muchas trabas. Chile sí tiene norma de sulfato de molibdeno, pero en la Región de O’Higgins, por ejemplo, ésta es diferente dadas sus faenas extractivas. En Quintero tampoco hay norma horaria de dióxido de azufre, el conta- minante más potente de la fundición y que genera daño inmediato como la bronco constricción y es más grave si forma una sinergia con material particulado. La norma internacional es de 20 microgramos de dióxido de azufre en 24 horas. En Chile es de 250 microgramos al día. Para abordar estos temas es importante unir la ciencia, la academia, al mundo intelectual y ciudadano que deben respaldar las decisiones que nos permitan avanzar. Los políticos y parlamentarios tienen los instru- mentos, pero no la visión de lo que hay que hacer. Si no nos aliamos, los fuertes intereses económicos nos van a devorar. Son desafíos muy mayores y por ello la propuesta es avanzar juntos en esta materia para generar políticas adecuadas y a la altura de este mundo en crisis. RESULTADOS TALLER DE DISCUSIÓN .103.

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