Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

73 Parte 2. La relevancia del lugar significador de experiencias urbanas intervenciones artísticas en la ciudad durante los últimos años en Chile, recupera al espacio público como ámbito de intervención para el arte, al tiempo que vuelven a interrogarnos sobre las condiciones de posibilidad y reflexión crítica introducidas por esta presencia. Ciudad y proyecto: Espacio público normalizado A partir de la consolidación de la modernidad como sistema de orden, un número importante de las aproximaciones a la arquitectura y la ciudad se plantean en términos normativos, asociados a estrategias de control. Bajo estos parámetros, el diseño o la planificación intentan establecer funciones y categorías, orientando las condiciones bajo las cuales seproduce el habitar. Una aproximación que puede ser explicada a partir de la “idea de proyecto”: estrategia predominante en el quehacer arquitectónico, vinculada con la vocación de progreso que orienta la dirección trazada por la modernidad, todavía vigente en el mundo contemporáneo. Una estrategia que pese a la inestabilidad de los procesos demodernización y a las fracturas provocadas por el advenimiento postmoderno, también podemos reconocer en las ciudades latinoamericanas. La ciudad pensada modernamente apuesta por su autolegitimación, inscribiendo a las acciones en el espacio dentro de los límites del metarrelato , utilizando la terminología propuesta por Lyotard 2012, que la propia modernidad edifica. Bajo estos parámetros, la arquitectura se ha consolidado como una operación que no sólo interviene y modifica el espacio habitable, sino que también, intenta predeterminar usos y comportamientos. Es por esta razón que el concepto de función 36 dominará buena parte de las propuestas arquitectónicas desarrolladas a partir de la primera mitad del siglo XX. Un concepto que hoy se ha renovado a partir del requerimiento de eficiencia impuesto a los edificios y ciudades contemporáneas. La arquitectura se auto-asignará la potestad de dotar de sentido al espacio, obviando las modificaciones espontáneas y aleatorias que en éste tienen y pueden llegar a tener lugar. En otras palabras, bajo la mirada moderna, la ciudad evitará reconocer y exponer las fracturas propias de la interacción social, situando a la vida cotidiana en un paisaje vital marcado por la 36 Quizás uno de los ejemplos más paradigmáticos al respecto es la denominación machine à habiter , utilizada por Le Corbusier para definir sus nuevos prototipos de vivienda, maximizando la distribución de funciones a partir de la imagen de la máquina. Una visión que también será aplicada a la ciudad, cuándo el propio Le Corbusier reduzca el espacio urbano a cuatro funciones básicas: ocio, circulación, habitación y trabajo.

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