Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

Diseño Urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar 60 fidelidad posible en cuanto a la parte arquitectónica, que interpretaba tan bien el gusto por la sobriedad que caracteriza al arte chileno. 15 En 1976 Pinochet visitó las obras de reconstrucción del palacio. La sincronización que requería este espacio geosimbólico, que representaba la unidad de la nación y la normalización de las múltiples voces que ese espacio significaba para el Chile republicano, quedó desplazado. La voluntad no convocante ni sincronizante de la reconstrucción generó un desplazamiento desde la idea republicana a la dictatorial, produciendo un concepto de unidad nacional excluyente, hegemónica y belicista. En suma, la restauración/reinvención del palacio nos habla de la relación entre espacio y práctica política, reflejada por la reconstrucción y el proceso de alhajamiento que tuvo lugar bajo la lógica militar, el indicador más elocuente es, probablemente, la construcción del búnker. La decoración de inicios del siglo XIX reflejó el interés por relatar el influjo de Portales y su descendencia política, la que derivaría en losmilitares y civiles comandados por Pinochet. El uso del palacio fue también muy importante durante la visita del papa Juan Pablo II, quien posó junto a Pinochet y sus ministros en La Moneda. Esta visita fue de vital importancia para la imagen del dictador, tremendamente maltrecha tras el intenso ciclo de protestas desarrollado desde 1983, hasta el punto de hacer tambalear el régimen. La visita papal se produjo en el contexto de la mediación del pontífice en los conflictos limítrofes ente Argentina y Chile: Se sabía que antes de concurrir al primer acto masivo, el de los pobladores, el Papa debía visitar La Moneda. Se trataba, según la Comisión Papal, de un acto protocolar de no más de una hora de duración, incluido un encuentro a solas con Pinochet, por espacio de 30 minutos. Pero el Pontífice se salió del libreto, seguramente inducido por su anfitrión. Ante los asombrados ojos de muchos chilenos, que seguían la transmisión televisiva, el Papa apareció en el balcón de La Moneda acompañado del general Pinochet [...] El hecho provocó estupor entre los corresponsales extranjeros, quienes en los corrillos del Hotel Carrera comentaban: “el daño que esto podía hacer a la figura del Papa en Europa”. Uno de estos periodistas despachó para su revista: “El Papa oró con Pinochet en el lugar donde fue asesinado el Presidente Allende. 16 Las imágenes que se fabricaron en el palacio de La Moneda fueron bien elocuentes acerca de la importancia que Pinochet le dio al evento. En este 15 Ercilla, Nº 1992: 43 16 Análisis, Nº 169: 7

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