Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

55 Parte 2. La relevancia del lugar significador de experiencias urbanas La nomenclatura dictatorial A continuación se profundiza en el tratamiento relativo a las políticas que generó el régimen en relación a las denominaciones y nombramientos sobre el espacio público, en particular, para relevar las marcas ideológicas que se expresaron en el paisaje urbano de este período. Nombrar un lugar es conocerlo (Bonfil, 1989), ello implica también una apropiación del mismo. Desde esta práctica colonizadora podemos colegir las ideas que los grupos en el poder desean imponer como hegemónicas, y sus cambios introducidos en comunas, poblaciones, barrios, calles y espacios de uso público. Para ello, se revisa el nombre de esos lugares, que tuvieron relación directa con los sucesos de 1973 y los eventos que políticamente significaron hechos importantes para la historia de la dictadura y, por lo tanto, del país. A través de bandos se cambiaron los nombres de campamentos y poblaciones establecidos en el período de la Unidad Popular. La sustitución se hizo aduciendo que la nomenclatura de los barrios aludía a personas que no habían aportado nada a la sociedad y que, además, las denominaciones eran extranjerizantes. Estos nombres obedecían a identificaciones con procesos revolucionarios del siglo XX, tanto chilenos como internacionales. Uno de estos cambios se produjo por medio de un bando de la segunda zona naval de Talcahuano. El texto, que denominó a campamentos y tomas de terreno de dicha comuna como “poblaciones”, reiteró lo dicho arriba, que los nombres existentes correspondían a personas escasamente relevantes. El bando dio cuenta de los cambios ordenados por el jefe de la segunda zona naval, Jorge Paredes Wentzel, y señaló detalladamente los nuevos nombres de los dieciocho ex campamentos y tomas de terreno de esa comuna. En 1976 se estableció una normativa para el nombramiento de los espacios públicos, la nueva legislación se hizo, según la autoridad dictatorial, en función de las necesidades de ordenamiento urbano y despojado de razones ideológicas. Hacia mediados y fines de la dictadura no se utilizaron denominaciones ligadas a la historia nacional, pues la inmensa mayoría de los nuevos barrios y calles que fueron surgiendo refirieron, mayoritariamente, a la geografía nacional, de hecho nombres de ríos, montañas y la flora y fauna del país nombraron las nuevas poblaciones y lugares públicos: “El cambio de nombre de los bienes o lugares enumerados en el inciso primero podrá hacerse mediante decreto supremo fundado del Ministerio del Interior, previo informe de la Municipalidad respectiva, y sólo procederá en los siguientes casos: // a) Cuando en una misma ciudad existan dos o más de ellos, de similar naturaleza, con el mismo

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