Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

47 Parte 1. El espacio, soporte territorial o recurso promotor de proyectos violencia delincuencial aparece correlativa con la acrecentamiento de la urbanización (Solís, 2014). En tanto que Tocornal et al . (2014) comparten la autoría de un artículo sobre delincuencia y violencia en ciertos entornos residenciales de Santiago, analizando la concentración territorial de los delitos y la percepción de inseguridad en áreas caracterizadas por la cohesión social, en control social informal y el respeto a las normas que fortalecen las relaciones entre vecinos, a pesar de la concentración de desventajas socioeconómicas, niveles de hacinamiento, falta de espacios públicos y, lomás importante, mientras su población está siendo sometida a la recepción de informaciones impresionables, alarmistas, desalentadoras e intimidantes, emitidas por la televisión. En la medida en que puedan leerse generalizados los problemas que muestran los estudios que citamos, se podría validar la existencia de cierto nivel de causalidad que estaría justificando la propagación de la cobertura urbana de los cierros defensivos. Pero también ocurre que aquellos pretextos aparecen modificados por otros datos estadísticos más recientes. Un estudio de Dammert y Oviedo, denominado “Santiago: delitos y violencia urbana en una ciudad segregada”, 2004, muestra que la tasa de denuncias de delito contra la propiedad por 100.000 habitantes, crece sostenidamente entre 1977 y 1999. Hacia nuestros días, en cambio, la tasa se presenta recesiva: lo cual podría implicar que a partir de un momento de inflexión y en función de ciertas circunstancias estaría decreciendo, aún si se aceptara que el registro policial vaya siendo menor al volumen real de los hechos delictuales, no obstante se suponga que podría serlo en un porcentaje relativamente estable. Examinemos las cifras destacando la connotaciónsocial de los delitos contra las viviendas (la propiedad de los bienes domésticos). En el 2013 7 , el 26,1 % de los hogares urbano tomó alguna medida para prevenir o protegerse de la delincuencia, lo cual implica una disminución al compararla con los dos años previos, de 30,3 en el 2011 (una décima menos que el 30,4 % del 2008) y 29, 0 % en el 2012). Y la victimización de hogares descendió un 13,5 % entre el 2005 y el 2013, ello a partir de una muestra nacional de 25.933 viviendas. Pero en el 2013, y tal vez como conducta reiterada ante experiencias conocidas, el 60,8 % procede a no dejar sola la vivienda, y un 63,4 % trata de no salir de noche. 7 Instituto Nacional de Estadísticas, INE – Ministerio del Interior y Seguridad Pública, Gobierno de Chile (2014) Décima Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, ENUSC, 2013 . Santiago: INE, 28 Pp.

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