Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

221 Parte 4. Desafíos profesionales para la práctica en el diseño urbano y arquitectónico Finalmente, y no menos importante que lo anterior, se establece que la política debe velar porque la participación sea institucionalizada, financiada, temprana, informada y técnica y responsable, todos valores que nadie podría poner en discusión y que están ampliamente expuestos en la mayoría de la literatura sobre participación ciudadana en la gestión pública. Más allá del avance en materia de participación planteado por la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU) , se reconoce como el gran desafío actual la implementación de los principios de la política: ¿cómo estos propósitos se instalan en la gestión tanto pública como privada y ciudadana? y ¿cómo hacemos para contribuir a instalar una cultura participativa entre los distintos actores que intervienen en el proceso de diseño urbano? Experiencias desde la práctica En el contexto nacional, el año 2011 se promulga la Ley 20.500 sobre Asociaciones Civiles y Participación Ciudadana en la Gestión Pública. Esta leyreconoceelderechodeasociaciónyseñalaensuart. 69 "ElEstadoreconoce a las personas el derecho de participar en sus políticas, planes, programas y acciones". Otro aspecto importante de la ley es establecer que los distintos órganos del Estado deben definir las modalidades de participación y poner a disposición de la ciudadanía información relevante y oportuna, dando cuenta pública, participativa y estableciendo un conjunto de asuntos sobre los cuales, necesariamente, debe conocerse la opinión de los ciudadanos. En el escenario local chileno podemos constatar que los municipios, específicamente algunos del Área Metropolitana de Santiago, se han propuesto iniciar o fortalecer una gestión local participativa y transparente. Entre ellos destacan las acciones en materia de participación de los municipios de Santiago, Providencia, Peñalolén, Huechuraba, La Reina y Recoleta en el proceso de actualización de sus Planes de Desarrollo Comunal, PLADECO, y Planes Reguladores Comunales (Figuras 60 y 61). De una forma u otra, apuntando a diversos niveles de participación, con una explícita voluntad de sus alcaldes y alcaldesas, quienes están intentando cambiar el paradigma de hacer planificación. Por otra parte, varios de ellos han creado Unidades de Participación y en el proceso de actualización del PLADECO, desarrollaron actividades como cabildos, territoriales y temáticos, diagnósticos participativos, consultas ciudadanas, mesas barriales, priorizaron proyectos, realizaron diseños participativos, etc., llegando incluso algunos a establecer compromisos con la comunidad para el seguimiento de los acuerdos tomados y del uso y mantención de las obras diseñadas. En el ámbito específico de la

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