Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

19 típico” caso de nuestro actuar profesional cuando nos enfrentamos a este tipo proyectos de equipamiento comercial que, sin duda, han abarcado todo contexto nacional regional y local hoy en día, como un “arquetipo de la ciudad moderna”. Más allá de la acción de impedir o no este tipo de servicios a gran escala, el autor nos hace un llamado a la reflexión sobre la sustentabilidad como responsabilidad ética profesional en proyectos de gran impacto en nuestras ciudades y quienes actúan o deberían actuar en ello, esto es: comunidad, inversionistas y Estado. Finalmente, el libro discute el concepto de la forma que orbita entre dos ámbitos, tanto en los grandes proyectos como en las pequeñas intervenciones. Sostenemos que no es posible entender la forma únicamente como el atributo plástico que poseen las obras de arquitectura o las intervenciones urbanas, sino más bien como los despliegues (o maniobras) que se realizan para encontrar una disposición que les permita adaptarse e implantarse en las estructuras preexistentes de la ciudad. Desde esta perspectiva, entendemos que la forma puede ser una herramienta importante, permitiéndonos una aproximación más certera y precisa a la ciudad que habitamos. Así es como desde una escala mayor para la formulación e implementación de un plan maestro de una ciudad, hasta la relación directa de los edificios residenciales con su entorno, nos evidencian continuamente los desafíos asociados a la pertinencia del diseño urbano y la gestión de la forma arquitectónica; la importancia de los espacios públicos y privados, la infraestructura, los servicios y las actividades recreativas necesarias para la “vida urbana” contemporánea. Dentro de este ámbito, Gino Pérez nos invita justamente a la revaloración del instrumento “plan maestro” como una herramienta de planificación y de diseño urbano fornida y decidida, que al parecer, es mucho más flexible que la herencia de plan regulador comunal y con un grado de eficiencia que puede “ayudar a revertir el estado actual de los principales espacios públicos de la ciudad de Antofagasta”. El autor agrega que desde fines de 1990, el plan maestro ha sido utilizado en Antofagasta y continúa manteniéndose para proyectos urbanísticos específicos. Por lo tanto, y en el contexto que hoy contamos como la Nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano, con acento en incluir lo dinámico del territorio ampliado y lo estratégico de la planificación estratégica de éste, el plan maestro aparece como una herramienta adecuada para abordar la ciudad y su diversidad. Nicole Pumarino por su parte, nos relata como la construcción de edificación en altura en áreas residenciales ha sido una constante que ha descubierto en la legislación chilena existente; por una parte permisividad en sus instrumentos de planificación urbana, en particular, en los bullados

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