Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II
Diseño Urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar 150 manteniendo eso si una escala barrial invariable durante las décadas siguientes, a diferencia del resto de la ciudad que se transformaría con los planes reguladores creciendo en altura, modernizándose cada vez más (Blanco, 1983). Esa invariabilidad del sector fue propiciada por la ya mencionada calle Los Carrera, la cual a pesar de los años seguía manteniendo un límite dentro de la ciudad. Si bien hasta 1995 esta arteria mantenía una escala similar al resto de las demás, su connotación de corredor ya estaba impresa además de estar asociada a un comercio informal y de carácter mayorista. La alta concentración de vendedores ambulantes y ferias en las esquinas con calles como Caupolicán, Rengo y Aníbal Pinto, formaba un aspecto distante al de la bulliciosa urbe del centro. Al presentar ese tipo de actividades, proliferaban los caballos, carretones y personajes propios del lado b de la ciudad, como borrachos y mendigos que se concentraban en proximidades a diversas cantinas y bodegas que con el crecimiento in crescendo del centro era expulsadas cada vez más a las periferias, periferias que estaban inscritas en el damero original de la ciudad, pero que perceptual y visualmente parecían estar a kilómetros de distancia. Es así que Los Carrera formaba una barrera que hacía que todo lo que estuviese hacia el poniente desde la calle quedase como otra ciudad, otro Concepción, en que el Plan Regulador de Duhart y Goycoolea 70 parece que nunca llegó, en que las calles hormigonadas eran una utopía, en que los supermercados que desde la década de 1960 ya invadían el centro eran un antónimo del almacén de esquina y las panaderías, muchas de ellas que arrastraban un prestigio de décadas. Es entonces que en 1995 se ensancha la calle Los Carrera, un proyecto propuesto desde la década de 1940 y que se pospuso por décadas. La frontera de los dos Concepción pasaría a ser un canal vehicular que acrecentaría las diferencias entre las dos escalas y los dos lenguajes que se contraponen. La misma década de 1990 implicó la profusión posmoderna en la ciudad, manifestada con líneas arquitectónicas eclécticas y una carencia de orden y planificación, situación arrastrada del Plan Regulador de 1982, que apelaba a preceptos más bien funcionales, pero no por ello eficaces ni menos se preocupaba de establecer una imagen ciudad clara. Ese desorden urbano comenzaba a expresarse durante los noventas en el área concentrada en el Sector Poniente, en que de a poco se construían edificios de media altura, similares a aquellos del centro. Por otro lado, algunas calles que cruzaban 70 Plan Regulador propuesto por los arquitectos Emilio Duhart y Roberto Goycoolea en 1960 que transformó radicalmente a Concepción. Con una moderna base y argumentación cambió la morfología urbana de la ciudad priorizando aspectos como la utilización del suelo y la distribución en alturas de las funciones además de vislumbrar la conexión con comunas próximas. Estuvo vigente hasta 1980.
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