Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II
Diseño Urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar 14 las vinculaciones históricas del territorio, pero no sólo aquellas que se produjeron antes del periodo fundacional de la ciudad, sino que también aquellas de carácter político que marcaron cognitivamente a una sociedad, y que hoy son parte de la identidad colectiva que construye un lugar. Por su parte, Robinson Silva pone en relieve como el lugar puede traducirse en un espacio público de alta significancia basado en la experiencia del poder político dictatorial que impactó en la sociedad pre democracia de Chile. Tanto desde su examen historiográfico sobre edificios consistoriales presidenciales, como desde el uso del espacio público, el autor sostiene que se dio lugar a una representación del “mensaje político e ideológico del régimen” que pareció distar del concepto de lugar como un espacio de reunión, adoptando lo contrario, como un elemento de control sobre la sociedad. Otro enfoque de gran interés es el entregado por Felipe Corvalán, quien liga arte con arquitectura, pero ambos conceptos entrelazados mediante la ciudad como el mega-espacio de significancia y re- significancia. Según el autor, “la ciudad no sólo se constituye en el soporte físico de una determinada intervención artística, en la medida en que ésta última tiene la capacidad de alterar las posibilidades de comprensión, significación y percepción del lugar en que acontece”. Es por ello que este enfoque permitiría revindicar al lugar como significador de la simbiosis arte-arquitectura y sus nuevas lecturas sobre el espacio público. Laura Gallardo aporta a éste debate con el habitar que es relacionado a la re-valorización del lugar en el proceso proyectual. A través de su trabajo, es posible evidenciar el aumento desenfrenado de los no-lugares y su materialización en nuestras ciudades. En ese sentido, los habitantes de la ciudad hoy han dejado de ser ciudadanos (incluyendo su condición intrínseca de ser humano) por la de ser consumidores. Ello, nos ha transformado en una sociedad cada vez más fragmentada espacialmente e individualista socialmente. La conciencia de una sociedad de seres colectivos es relativa, ya que hoy el encuentro tiene lugar en un centro comercial, cuando antes se realizaba en la plaza. No lugares donde las situaciones inestables y los encuentros casuales son cada vez más parte de nuestra rutina colectiva. Desde una mirada sobre el sentido del lugar, Laura Rodríguez y Antonio Zumelzu confieren un análisis sensible sobre el estado del arte de las ciudades, que para ser mejores espacios, deberían albergar “múltiples lugares con sentido; sentidos que son persistentes en el tiempo, pero también sentidos que se renuevan, fortaleciendo el sentido de pertenencia de sus habitantes, quienes perciben en la conformación urbana una articulación profunda con su propia identidad colectiva cultural”. Por
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