Diseño urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar. Serie II

Diseño Urbano y sus aproximaciones desde la forma, el espacio y el lugar 136 La primera de ellas dice relación con su capacidad para fundamentar un acercamiento crítico a los contextos históricos a través de una genealogía del territorio y sus fragmentos, identificando aquellos aspectos históricos y culturales de los procesos urbanos que pasan desapercibidos para los instrumentos urbanísticos de escala más amplia. La segunda de ellas dice relación con su capacidad para desarrollar una mirada disciplinaria transversal enfocada no solamente a los aspectos físicos de la ciudad sino también a aquellos factores sociales, económicos, culturales que inciden en la conformación de nuevas formas urbano-territoriales. Por último, el autor destaca también su capacidad para ir más allá de la burocratización de los instrumentos urbanísticos, cuya rigidez no necesariamente permite comprender y abordar las demandas actuales de la sociedad ni a las estructuras profundamente modificadas de una realidad urbana y territorial dispersa y fragmentada. En una perspectiva similar, Montaner analiza críticamente la transformación política del del proyecto urbano a través del análisis de sus experiencias más emblemáticas, como es el denominado “modelo Barcelona” 55 . El autor afirma que no existe una continuidad coherente entre los inicios del proceso sobre el cual se funda el “modelo Barcelona” y su devenir neoliberal en las últimas fases del mismo. Mientras la primera etapa , desarrollada entre 1979-1986 fue frutodeuna lenta y elaborada gestión formulada en el contexto de la transición democrática que se nutre tanto de la experiencia acumulada en las plataformas barriales antifranquistas como en la reflexión académica y profesional desarrollada en torno a la Escuela de Arquitectura, la segunda etapa , desarrollada entre 1986-1992, se enmarca entre la designación de la ciudad como sede de los Juegos Olímpicos y la realizaciónmisma del evento, donde las transformaciones se vuelven urgentes, aceleradas, estructurales y trascendentes, cambiando la escala del diálogo urbano al dar paso a los grandes operadores urbanísticos. Es en la tercera etapa del proceso, entre 1992-1995, que se comienzan a vislumbrar cambios importantes en la orientación inicial intentando sortear la crisis postolímpica y una cuantiosa deuda municipal a través de la gestión y proyección de las transformaciones realizadas. Sin embargo es en la cuarta etapa, desarrollada entre 1995-2004, donde la orientación del modelo termina de trastocarse definitivamente de la mano de eventos como la exposición “Barcelona New Proyects” y el Forum de las Culturas el año 2004. Para Montaner este período se caracteriza por la incorporación de los grandes operadores urbanísticos privados, la cesión de proyectos y suelos a estos, y la conformación de un urbanismo fragmentario orientado 55 Montaner, 2011.

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