Teoría y práctica del diseño urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea

90 Teoría y Práctica del Diseño Urbano Vías verdes de paseo de ribera de nivel metropolitano (Figura 13) Es la vía o faja continua, habilitada para la movilidad peato- nal y ciclística en toda la extensión del corredor; constituye un espacio público multifuncional. Predominantemente orien- tada a los peatones y ciclistas, en las áreas urbanas contem- pla una faja para el ingreso de vehículos para el acceso a la propiedad colindante. Se distinguen tres tipos básicos adapta- bles a la realidad del lugar: a) Vía verde de paseo de ribera en zona urbana. Faja de uso mixto, con ciclovía de dos sentidos; la circulación de vehículos es solo para acceder a la propiedad colindante. Las actividades diversas animan el espacio pú- blico y favorecen el control social para la seguridad. b) Paseo verde de ribera en zona de parque urbano. El parque existente es prolongación del espacio público de la faja de movilidad. La preservación del actual sendero enfatiza la identidad del lugar y c) Vía verde de paseo de ribera y circuito ecuestre. Se ubica cercana a equipamiento de facilidades ecuestres, como la medialuna existente en el parque El Trapiche de Peñaflor en el borde del río. Directrices de trazado: esquemas de organización de la vialidad En la Figura 14 se muestra -a modo de ejemplo para uno de los tramos estudiados- el esquema conceptual de la aplicación de las directrices para la vialidad mostrando los circuitos pea- tonales y ciclísticos de borde del río y el esquema en “peine” de la vialidad, que se descuelga de una vía troncal mayor en su acercamiento al río. Las vías conectan a las centralidades urbanas y a elementos significativos del equipamiento. Conclusiones La investigación concluye que es posible disponer de unas 8.000 hectáreas aproximadamente, incrementándose a 14.500 hectáreas si se incluyen rinconadas, de este territorio de alta calidad espacial y paisajística y dotado de la infraestructura básica como soporte de base para conformarse un corredor. Se identificaron dos tramos y cinco subtramos a lo largo del corredor y se comprendió que la vialidad deberá responder a la especificidad geográfica-espacial y funcional de cada seg- mento. El sistema de movilidad -que para efectos de la mirada integral de este estudio incluye a la vialidad- debe planearse apuntando a la sostenibilidad, y la vialidad diseñarse con alto grado de adaptabilidad al elemento natural y flexible en el

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