Teoría y práctica del diseño urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea

68 Teoría y Práctica del Diseño Urbano Permanencias: el mosaico agrícola configura el mosaico urbano El crecimiento urbano de comunas como Recoleta y Cerro Na- via, ha seguido la pauta marcada por la forma y la extensión predial de los polígonos agrícolas y sus deslindes se han trans- formado en los límites de los nuevos barrios o de las nuevas urbanizaciones promovidas por el crecimiento demográfico. Mutaciones: la traza hídrica configura la traza vial Aunque los nuevos desarrollos de la ciudad se expresan bajo una geometría ortogonal, tal como ha sido desde los tiempos fundacionales, el crecimiento urbano llevado a cabo sobre sectores agrícolas transforma los caminos rurales y los an- tiguos canales y acequias en la traza vial de las nuevas ur- banizaciones. En algunos casos, la geometría de estas calles de agua no sigue el patrón ortogonal de la trama del conjunto urbano. En otros, estas trazas hídricas inciden en la geometría del deslinde que se traspasa al tejido interior de las manzanas. En la comuna de Santiago, las calles Brasil (canal Negrete) y Diez de Julio (canal San Miguel) son calles de agua que repro- ducen la existencia previa de un flujo de agua. En la comuna de Cerro Navia (al occidente de la ciudad), es posible descubrir en la vialidad diagonal de sentido norte-sur la presencia de an- tiguos deslindes del mosaico agrícola: calles Cinco de Febrero, Resbalón, Huelén y Diagonal Reny, entre otras. Mientras tan- to, la vialidad de dirección este-oeste expresa la existencia de antiguas trazas de agua que discurren siguiendo la pendiente natural del suelo, desde la cordillera hacia el valle: calles José Joaquín Pérez, Mapocho, Salvador Gutiérrez, San Francisco. El ejemplo que nos brinda el trazado de la circunvalación Améri- co Vespucio siguiendo antiguos caminos rurales y deslindes del mosaico agrícola, nos permite respaldar nuestra hipótesis de que los crecimientos que ha experimentado la ciudad de Santiago principalmente a lo largo del siglo XX, exponen las permanencias y las mutaciones de anteriores expresiones físi- cas de los usos productivos del paisaje agrícola. 2. Hipótesis rural Al decir de Echeverría (1985: 181), “…el suelo rural ha sido trata- do en las culturas desarrolladas a través de la expansión de modelos urbanos, prescindiendo del desarrollo de sus for-

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