Teoría y práctica del diseño urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea
20 Teoría y Práctica del Diseño Urbano vincula, ensambla y unifica. El expediente de la hegemonía se vitaliza como mecanismo alterno y figurativamente concilia- dor de direcciones contrapuestas respecto al dominio sobre la heterogeneidad de las fuerzas sociales, cuya virtuosidad , por contraste con los mecanismos represivos, subyugan desde el poder integrando posiciones en las dimensiones intelectua- les, culturales e ideológicas, dialécticamente mancomunadas, gracias a lo cual el dominado llega a tornarse en “cómplice” le- gitimador y hasta defensor de la estructura y moral del domi- nante, cuya posición, en consecuencia, se legitima (Gramsci, 1972). Convengamos que en el nivel de referencia más elemen- tal de aquel mecanismo se hallan las pautas de orden que for- malizan las condiciones adjetivas que ponderan y definen lo urbano, las cuales, y como producto social, si bien evolucionan, constantemente se transmutan en “normales” (Morris, 2004). Ocurre que, para darle continuidad a la implantación del modelo neoliberal en lo urbano (asegurándolo mediante su reproducción económica a la vez que ideológica), durante los últimos años se adopta una estrategia hegemónica que con- juga expresiones difractadas de los atributos de dureza y visi- bilidad de los espacios y edificaciones, combinando aquellas cualidades como variables fijas en un cuadro de doble en- trada que define cuatro “genotipos” intercambiables según su efectividad social y comercial (dureza y visibilidad acrecen- tadas, alta dureza y reducida visibilidad, menguada dureza y elevada visibilidad, y dureza y visibilidad reducidas). Al respecto de la cuestión del tiempo comprendida en la dure- za, conviene tener presente que el neoliberalismo - expresión moderna del capitalismo - , se realiza y busca perdurar gracias al manejo expeditivo de diferentes tiempos y velocidades (Beriain, 2008: 172-204; Wiśniewski, 2013): necesita de agilidad y presteza para hacer efectiva la circulación del capital (di- nero y mercancía) y la concepción y multiplicación de las ga- nancias, a la vez que requiere de parsimonia y lentitud para mantener, prolongar y frenar el cambio del orden social (Ben- jamin, 2008), sea con hechos concretos, como por intercesión de mitos, creencias y figuraciones (Barthes, 1999). Entre am- bas fórmulas de inducción, de movimiento y reposo, “florece la ideología que se nutre de sus desfases” (Wiśniewski, 2013), los cuales deben ser interpretados como maniobras de una es- trategia de desarrollo.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=