Teoría y práctica del diseño urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea

137 Práctica y escalas de paisaje del diseño urbano Redefiniendo el límite en el espacio de referencia llamaremos borde tipo A. En la parte sur, tenemos la otra de- limitación de la unidadmarcada por su relación urbano-natu- ral (humedal), que ha sido intervenida por la toma de dos cam- pamentos que hace de disruptor entre lo que pudiera ser una relación de encuentro, le llamaremos borde tipo B (Figura 23). Retomando la hipótesis que establece el diseño como un posi- bilitador en la transformación del espacio y poniendo aten- ción a su espacio social que lo construye, retomamos el con- cepto de centralidad (Lefebvre, 1968) para trabajar estrategias de intervención como oposición al límite y alternativa a la ex- clusión. Lo que habrá de fortalecer será la capacidad de domi- nar el espacio, adueñarse (material o simbólicamente) de los bienes escasos que se distribuyen en él. Porque depende del capital poseído lo que les permite tanto acercarse como man- tenerse alejados, habrá que fomentar la proximidad en el es- pacio físico para que la proximidad en el espacio social suceda a favor del capital social o el aprovechamiento constante de los encuentros que aseguran la frecuentación de los lugares bien frecuentados (Stanek y Schimd, 2011: 120). El ejercicio buscará convertir los límites en espacios propicios para la concentración y simultaneidad, explosión de los aspec- tos vitales de la ciudad como primeras formas de materializar una aproximación teórica. Las estrategias de diseño urbano enuncian conceptos, elementos y relaciones para la interven- ción. Para el espacio de borde que denominamos tipo A, Avda. Francia, límite de carácter urbano, aunque cada vez más equi- pado, cada instalación está cercada y cada vez menos logra articular e integrar las partes que pone en relación. Para con- trarrestar la idea de barrera, utilizaremos el concepto “placa” para sustentar su condición de espacio urbano y de centra- lidad. La placa es el gran espacio público, eje de las prácticas de diseño urbano, permite la multiplicidad de elementos ur- banos en interacción, deberá articular edificios, circulaciones diferenciadas y mezcladas entre espacios de tránsito u otros de descanso, vegetación, mobiliario apropiado para los ha- bitantes y una reactivación de usos significantes que solo po- drá ser determinada mediante el trabajo con los interesados. Método que permitirá ir estableciendo los movimientos para poner en relación con objeto de reconfigurar las cualidades y características del espacio social. El espacio es abierto, integra- dor, propicia el encuentro y la democratización. Disminución

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