Teoría y práctica del diseño urbano para la reflexión de la ciudad contemporánea

113 Práctica y escalas de paisaje del diseño urbano Una nueva mirada del borde costero 2.4 Una nueva mirada del borde costero Sergio Baeriswyl Crítica a la ciudad y el diseño urbano hoy No resulta fácil hablar de diseño urbano en el momento por el que atraviesan las ciudades chilenas. Las transformaciones que se suceden en ellas son irreversibles y cuesta aceptar la pérdida de valores que trae consigo su crecimiento. Esto alien- ta a todos quienes desde unamirada crítica juzgan las políticas urbanas y con ello el actuar de los actores públicos y privados. Sin duda están ocurriendo muchas cosas en las ciudades que nos indican que ellas no son susceptibles de ser diseñadas, en un sentido integral, es decir, donde el conjunto tiene más valor que las individualidades. Hay muchas razones para ex- plicar esto, por lo menos en el caso de las ciudades chilenas. En efecto, es preciso recordar que la rigurosa aplicación de un modelo económico de mercado, ha dejado a las ciudades a los vaivenes de la oferta y la demanda, y que las grandes decisiones suelen ser objeto de una evaluación costo benefi- cio, que habitualmente no considera la calidad de la ciudad como un bien de jerarquía superior. Además, para facilitar la eficiencia de este modelo económico, se eliminaron en la década de 1980 prácticamente todas las normas que regula- ban la morfología urbana y en su reemplazo se entregaron derechos y libertades normativas nunca antes vistas, que han sabido ser aprovechadas por los operadores y gestores inmo- biliarios en justa ley. Como era de esperarse, este desarrollo ha catapultado el protagonismo del capital privado a su máxima expresión, y el rol del Estado, como ente regulador y coordina- dor, ha quedado relegado a un segundo plano. Esta pérdida de protagonismo del Estado en el diseño de la ciudad no es una cosa reciente. Aun cuando para muchos sigue siendo una novedad, la democratización de la sociedad y la liberalización del capital son procesos de antigua data, pero la dinámica de crecimiento de las ciudades en el mundo con- temporáneo y el aumento de la sensibilidad de la ciudadanía respecto de su entorno, pareciera que han acentuado la per- cepción de caos generalizado en nuestras ciudades.

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