Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez

lo tanto, vamos a decir que no es un mismo orden patriarcal que ha continuado, ya que si bien nos puede servir de argumento en las controversias, hay que considerar cuánta y qué investigación existe al respecto. El segundo uso que tiene la categoría de género es de análisis de la realidad, que no es equivalente a la variable sexo que nos divide en hombres y mujeres. El análisis de ciencias sociales de sexo se viene desarrollando desde fines del siglo XIX, sin necesariamente desde dar cuenta del género. ¿Qué introduce la categoría de género? Introduce justamente esta idea de construcción social y fundamen- talmente de las relaciones de poder, que es el elemento definitorio. En tercer lugar, es una categoría política para transformar las desigualdades. Este hecho plantea que no es solamente de análisis, no es solamente la constatación de que es una construcción y no es algo natural o dado (que siempre ha sido así y va a seguir siéndolo), sino que es una categoría que tiene una dimensión política ligada a los movimientos sociales de mujeres y el feminismo, asunto que cuando pasa a otro ámbitos como el Estado y las políticas públicas se despolitiza. Esto último, sobre todo cuando las políticas son pen- sadas por expertos, que es el caso fundamentalmente de Chile y de otros países de la región como Argentina y Uruguay, donde poseen otra forma de construir políticas públicas. Cuando comparamos políticas entre países, la agencia y la con- ceptualización de cómo éstas se diseñan y se implementan es muy diferente. Eso dice relación con la forma en que se implantó la eco- nomía neoliberal en estos países, donde la participación social es un elemento diferenciador. Así, bajo estas tres lecturas y dimensiones de la categoría de género, esta va a apuntar a algo que señaló Pierre Bourdieu, que es la dominación masculina, donde el género opera a través de la eternización de lo arbitrario. Lo que fue construido históricamente y socialmente, lo que en un momento no necesariamente las mu- jeres cedieron para subordinarse, y los hombres que no podían re- presentar la masculinidad esperada cedieron la subordinación y la dominación, sino que ese momento arbitrario aparece como eter- no. Es por esto que cuando hacemos un análisis de género siempre estamos en la actitud de develar, de criticar, de mostrar una rea- lidad que aparece evidente, eterna. Pierre Bourdieu llama a eso la eternización de lo arbitrario. GÉNERO Y POLÍTICAS PÚBLICAS: UNA MIRADA NECESARIA DE LA VEJEZ 98 99

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