Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez
media altamente vulnerable y frágil económicamente, y con es- tructuras y relaciones familiares cambiantes (Huenchuan S, 2009). Además, este acelerado proceso de envejecimiento está ocurrien- do en un país caracterizado por tener sistemas de pensiones y de salud que no responden a los principios de la seguridad social, es decir que no están basados en los principios de la universalidad y solidaridad, y con la presencia, poco regulada desde el Estado, de actores privados en ambos sistemas (Arteaga, 2017) (Calvo, 2018). Desde una mirada de salud pública, la comprensión y acción para el mejoramiento de la calidad de vida en la vejez, está condi- cionada por las características sociales dentro de las cuales la vida tiene lugar (Tarlov,1996). Envejecemos diferencialmente si somos hombres o mujeres, si somos pobres o ricos, dependiendo del tipo de trabajo que hagamos o hayamos hecho en nuestra vida, si vivi- mos en el campo o la ciudad, o en barrios con mejores entornos, seguridad y acceso a servicios; dependiendo del tipo de vivienda que habitemos; dependiendo del régimen de bienestar presente en la sociedad en que vivimos; entre otros condicionantes. Así, en el caso de la vejez, la calidad de vida depende no solo de las condi- ciones actuales sino especialmente de las condiciones en que han transcurrido la vida de las personas. Desde el enfoque de los Determinantes Sociales de la Salud (Ke- lly, Morgan, Bonnefoy, Butt, & Bergman, 2007), la edad y el género, junto a la clase social, etnia y territorio, configuran las relaciones sociales y las relaciones simbólicas que organizan la vida social en una determinada sociedad. Son, en definitiva, determinantes es- tructurales que estratifican, en un determinado momento históri- co, a los grupos sociales en base a las premisas de poder, autoridad, recursos (dinero, especialmente) y prestigio. Son las que modelan las condiciones de vida y dependiendo de su distribución o con- centración en la sociedad, pueden determinar mayores o menores desigualdades sociales en salud. Las inequidades sociales son aquellas diferencias en términos de la situación y nivel de salud -que por supuesto afectan directa- mente la calidad de vida- que son sistemáticas y producidas social- mente. Las inequidades sociales en salud son consideradas indig- nas e injustas en un determinado contexto social y, por tanto, son evitables, innecesarias y modificables (Whitehead, 1991). Son, ade- más, acumulativas, siendo las inequidades en la vejez el resultado GÉNERO Y POLÍTICAS PÚBLICAS: UNA MIRADA NECESARIA DE LA VEJEZ 58 59
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