Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez
Hay una investigación que habla de la diferencia entre varones y mujeres mayores de 50 años, y una de las preguntas que se le hizo a este grupo fue: ¿usted dejó de usar algo porque ha envejecido? El 91% de los varones dijo que no, mientras que el 96% de las mujeres dijo que sí. Uno de los relatos de las personas que se entrevistaron en esta investigación, dice: “siempre me gustó el pelo largo, pero me lo cor- té por miedo a ser considerada una mujer ridícula. Dejé de usar mi minifalda, bikini y pantalones vaqueros ajustados, aunque todavía estoy delgada y tengo el mismo cuerpo de antes. Pasé por una ver- dadera transformación para convertirme en una verdadera dama respetable, pero mi marido lleva los mismos vaqueros desteñidos, usa las mismas camisas, los mismos zapatos viejos. Muero de en- vidia”. Aquí es evidente este doble estándar que hay: lo que se le exige a las mujeres, no se le exige a los hombres. Para finalizar, la igualdad no significa que mujeres y varones sean idénticos, sino que los derechos, las responsabilidades y las oportunidades de ambos no dependan de que se haya nacido varón o se haya nacido mujer. Debemos crear nuevas formas de envejecer que no sean a partir de los estereotipos que la sociedad le asigna a las mujeres. La sociedad debe generar espacios para todas, para las que quieran utilizar la cultura anti-age, pero también para las que rompen los estereotipos. Tiene que haber lugar para todas, para las de 60 porque, ojo, cuando pensamos en mujeres mayores inmedia- tamente pensamos en aquellas viejitas de más de 80 y no, las de 60 son mujeres mayores. Ahora, como vimos, es un grupo tan heterogéneo que debemos considerar las particularidades de cada uno. No es lo mismo tener 60 y 70 que tener 90 y 100. Debemos pensar también en las que tienen más de 100, en las aborígenes, en las negras, en las blancas, absolutamente en todas; en las que tengan ganas de vivir el en- vejecimiento activo y en las que no tengan ganas de hacer nada, porque es válido todo. Así, se hace pertinente rescatar una frase de Ángela Davis, fe- minista negra de Estados Unidos: “no estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”. Así, la invitación a todos, a todas y a todes a que cambie- mos esta sociedad. SEXTA ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO SOBRE ENVEJECIMIENTO 2019 DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE.
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